Luego de permanecer casi un mes en plantón frente a Palacio Nacional, decenas de familiares de personas desaparecidas que se mantuvieron en dicha protesta levantaron su campamento este miércoles, como una medida preventiva ante la pandemia de Covid-19, y las afectaciones de salud que muchas madres ya comenzaban a presentar.
En conferencia de prensa, indicaron que el fin del plantón no se debió a que las autoridades satisficieran todas sus demandas, aunque al mismo celebraron que su movilización produjo la renuncia de la ex titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), Mara Gómez Pérez, y anunciaron que seguirán reclamando el cumplimiento de sus exigencias.
Como había adelantado este diario desde anoche en su versión digital, las inconformes señalaron que “el plantón se levanta porque las condiciones de salud de quienes lo integramos han ido en un constante deterioro, presentándose con mayor frecuencia problemas de presión, diabetes, problemas gástricos, problemas cardíacos, asma y menores de edad que han enfermado”.
En un pronunciamiento dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador; la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, las madres afirmaron que quedarse en el campamento “aumenta nuestros riesgos de complicación ante un eventual contagio de Covid, por lo que de manera responsable decidimos modificar nuestra estrategia de lucha”.
Sin embargo, enfatizaron que el gobierno federal “no ha respondido a todas nuestras denuncias, por lo que no cesamos en la lucha, y seguiremos exigiendo mejor atención a las víctimas de la violencia”.
En ese contexto, lamentaron que aunque López Obrador manifestó que la Secretaría de Gobernación “daría seguimiento a nuestras exigencias, y de que le manifestamos en dos ocasiones al Subsecretario Encinas nuestro interés de reunirnos con ella, esta reunión no se materializó.
Pese a lo anterior, los familiares destacaron que han conseguido “una victoria histórica para la reconstrucción de la CEAV)” con la renuncia de la hoy ex titular Mara Gómez, concretada el pasado miércoles 23 de junio de 2020.
La dimisión de Gómez, dijeron, “es resultado de nuestra lucha, nuestro sacrificio y nuestra convicción de que la CEAV debe trabajar por las víctimas de la violencia y no en su contra, para alcanzar un México con derechos para todas las víctimas, y no -como ella misma señaló- por falta de apoyo institucional o económico”.
Karla Guerrero, una de las participantes en el plantón, indicó que antes de retirarse del campamento, las autoridades enviaron a un equipo médico que le practicó exámenes de detección de Covid-19 a unas 30 madres que permanecían en el Zócalo, pero sólo de forma preventiva, porque ninguna de ellas tuvo síntomas de la enferemdad.
“Unas estamos ya con la presión muy alta, con diabetes, con problemas gástricos muy fuertes. Ese es el motivo por el cual nos levantamos. Con el gobierno estamos frustradas y molestas, pero nosotros tenemos mucha resistencia y esto no se termina. Hay mucho trabajo por hacer, iremos a descansar y regresaremos a seguir trabajando de la manera que mejor veamos”, subrayó.