A dos años del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales de 2018, el PAN, PRD y PRI cuestionaron por separado los resutados del actual gobierno.
Lamentablemente no hay nada que celebrar e hizo un exhorto al mandatario a reconsiderar el rumbo que está tomando el país. “Todavía estamos a tiempo de hacerlo”, expusieron dirigentes y legisladores del PAN.
El dirigente nacional del blanquiazul, Marko Cortés, señaló que hace dos años las cosas estaban mal con el expresidente Enrique Peña Nieto, pero “ahora estamos peor con López Obrador. Vamos para atrás como los cangrejos”.
En videoconferencia de prensa destacó que este sexenio comenzó antes de la toma de posesión, desde julio de 2018, con ideas viejas y fracasadas que llevan al país en reversa, hacia los años 70.
Mauricio Kuri, coordinador de los senadores panistas, consideró que la calificación máxima del jefe del ejecutivo es de dos, porque se incrementó el salario mínimo y se puso sobre la mesa todos los excesos que existieron durante el gobierno federal.
En contrapartida, añadió que el país vive una recesión sin precedentes resultados de errores y malas decisiones, que se va a profundizar por la epidemia del Covid-19.
Además, ha fallado la estrategia de combate a la delincuencia y ello ha provocado que 2019 fuera el año más violento en la historia reciente y 2020 se encamina a superarlo, subrayó.
En lo social, mediante el argumento de una austeridad malentendida, se agravaron las condiciones en el sector salud, con un terrible desabasto de medicamentos e insumos. También el gobierno incumplió su compromiso con la transparencia, al optar por adjudicaciones directas en la compra de bienes y servicios en lugar de licitar, resaltó.
Kuri expuso que han pasado 18 meses de esta administración y cada día son más los decepcionados, los defraudados, los que han perdido la esperanza.
Pidió al presidente a reconsiderar el rumbo que está tomando México, pues en el ejercicio de gobierno se pueden cometer errores, lo grave es no corregirlos.
Por su lado, Juan Carlos Romero Hicks, coordinador de los diputados federales del PAN, dijo que aún hay tiempo de salvar la década. “Necesitamos un estadista para superar la emergencia actual y México está unido ante la pandemia, pero no podemos desaprovecharlo con polarizaciones”.
Expuso que el presidente lamentablemente no entiende que el pasado es un lugar de referencia, no un lugar de residencia.
Por su parte, el PRD consideró que la administración de López Obrador ha fracasado y que ninguno de sus discursos se ha vuelto realidad; por el contrario, ha realizado acciones que van en contra de una política de izquierda y de sus mismos propuestas.
Ángel Ávila, integrante de la dirigencia nacional perredista, expuso que los Servidores de la Nación que gestionan los programas sociales, han servido para fortalecer una estructura político-electoral. En el ámbito de las relaciones exteriores, añadió que la defensa de la soberanía nacional ha quedado frente al presidente de Estados Unidos, en el discurso, porque en los hechos “estamos supeditados a los dictados de Donald Trump.
Resaltó que no ha combatido la corrupción generada en la 4T, pues 8 de cada 10 asignaciones se hacen de manera directa y sin licitación.
Por su lado, Karen Quiroga, también integrante de la dirigencia perredista, subrayó que no hay nada que celebrar al cumplirse el segundo aniversario del triunfo de López Obrador en las urnas, pues no se han visto los grandes cambios que se ofrecieron, ni el país está mejor que antes.
Violencia, pobreza, corrupción, desempleo, feminicidios, y una mala gestión de la crisis generada por la pandemia de civid-19, se han convertido en el sello del actual régimen, agregó.
Consideró que la cuarta transformación sigue sin llegar, y por el contrario, “estamos en una de las peores crisis económica en la historia del país, y no sólo a consecuencia del covid-19, con los índices de violencia más altos de los últimos 20 años y con más de 27 mil muertes por Covid-19 mientras el presidente implementa una estrategia de besos y abrazos minimizando la gravedad de la violencia que vive el país”.
En tanto, el PRI dijo que en el país hay un deterioro institucional, económico, político y social.
Señaló que la emergencia sanitaria se ha transformado en una emergencia económica, de salud y de seguridad, por lo cual "hablar del pasado sólo evidencia que el gobierno de Morena no tiene las respuestas para el presente y el futuro de México. No hay respuestas al 60 por ciento de los hogares mexicanos que han visto afectados sus ingresos".
En un pronunciamiento de este partido, consideró que tampoco hay respuestas a los padres que ahora no tienen a donde llevar a sus hijos, para las pequeñas empresas que se han quedado a la deriva y para millones de campesinos.
No hay respuesta, agregó, a las demandas del cuerpo médico, del magisterio ni a los reclamos a los artistas, creadores, escritores y científicos.