México debe aprovechar las oportunidades de negocios e inversión que crea y ofrece el nuevo T-MEC, que entró en vigor este 1 de julio, enfatizó el subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Jesús Seade.
“El T-MEC va. Después de tres años muy arduos de negociación y múltiples esfuerzos por lograr su nacimiento, el T-MEC ve la luz este 1 de julio, reemplazando al añejo TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), vigente desde hace 26 años”, afirmó el funcionario en un video difundido esta mañana.
El subsecretario enlistó una serie de puntos que, afirmó, beneficiarán a las tres naciones que conforman el acuerdo: México, Estados Unidos y Canadá.
En particular destacó que el T-MEC “nos entrega el instrumento de solución de diferencias Estado-Estado que nunca pudimos tener con el TLCAN, que nos permita resolver conflictos comerciales con una base en derecho equitativa y que dará más confianza y respaldo a nuestros agricultores, productores e inversionistas”.
El acuerdo trilateral, agregó, establece reglas en muchas áreas industriales incluyendo la automotriz, la de autopartes, la de acero y la de aluminio, por citar algunas, “lo que se traducirá en más inversiones y más empleos, como parte de una Norteamérica más eficiente e integrada”.
Destacó que también establece “un cambio histórico”, ya que el tratado apoya e impulsa una mejor participación de las pequeñas y medianas empresas, además que asienta reglas para el combate a la corrupción.
Seade –quien fue el principal negociador del entonces equipo de transición del presidente electo Andrés Manuel López Obrador en el último tramo de negociaciones con los representantes del entonces gobierno federal de Enrique Peña Nieto y las administraciones de Estados Unidos y Canadá— añadió que el T-MEC apoyará y apuntalará “la profunda reforma laboral” aprobada hace un año por el Congreso mexicano y que “tanta falta le hacía a nuestro país para transitar hacia un México más justo, pero también más moderno y eficiente”.
Mencionó que si bien este acuerdo “será una herramienta fundamental para fortalecer nuestros vínculos de inversión y negocios en América del Norte, también lo hará con el resto del mundo si lo utilizamos bien, ya que ofrece a ese importantísimo resto del mundo la mejor base de inversión para sus operaciones en el gran mercado de esta región”.