Ciudad de México. El inicio del proceso de liquidación de Banco Ahorro Famsa no implica ningún riesgo para el conjunto de instituciones que operan en el país, aseguró la Asociación de Bancos de México (ABM).
“La ABM coincide en que se trata de un hecho aislado que no afecta a otros bancos ni al sistema de pagos, por lo que el sistema financiero mexicano se encuentra sólido y solvente”, pronunció el organismo representante del gremio que preside Luis Niño de Rivera.
Refirió que los ahorradores de la entidad se encuentran protegidos por medio del seguro de depósitos del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), que asegura un monto de hasta 400 mil UDIS y en el caso de Banco Ahorro Famsa, permitirá cubrir la totalidad del saldo de 99.58 por ciento de los clientes.
Ayer, autoridades del sistema financiero informaron sobre el inicio del proceso de liquidación de Banco Ahorro Famsa, debido a malas prácticas e incumplimientos regulatorios, pero que no tienen nada que ver con la actual crisis que ha ocasionado la pandemia del Covid-19.
“Dichas deficiencias mostradas por Banco Ahorro Famsa iniciaron con mucha anterioridad a la actual coyuntura financiera y económica, fueron observadas por el supervisor desde 2019 y de hecho algunas de las desviaciones normativas fueron previas a 2018, es decir, el caso no obedece a la contingencia", dijo Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, quien reiteró que esta situación no afecta al sistema en su conjunto.
Según la ABM, “la banca está fuerte” pues su Índice de Capitalización (ICAP) para marzo de 2020 fue de 15.7 por ciento, que lo coloca por encima del mínimo regulatorio internacional y cuenta con cobertura de reservas a cartera vencida de 1.5 veces y un índice de liquidez de 208 por ciento, dos veces el mínimo regulatorio establecido por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
“La ABM reitera que el sistema bancario mexicano está fuerte y sólido; la banca sigue comprometida y seguirá apoyando a sus clientes y a México”, insistió el organismo.
Reiteró que la banca continuará con el apoyo a los más de 8 millones 300 mil clientes que se han afiliado al programa de aplazamiento de pago de créditos por cuatro o seis meses, sin que se cobren intereses ordinarios en el periodo de referencia (una vez termine la crisis serán cobrados), mismo que representa una cartera de 708 mil millones de pesos.