Las políticas de eficiencia recaudatoria implementadas por el gobierno federal implicaron que –pese a la contracción económica y pérdida de empleos registrados en entre enero y mayo de este año- los ingresos tributarios incrementara 2.1 por ciento respecto al mismo periodo de 2019, reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Sin embargo, en el mismo periodo la baja en el precio del crudo y en la plataforma de exportación implicaron que los recursos provenientes del petróleo se redujeron 47.3 por ciento real también en los primeros cinco meses del año.
Con una deuda neta del sector público que creció un billón 23 mil 729 millones de pesos en los primeros cinco meses del año, al cierre de mayo estas obligaciones alcanzaron 12 billones 48.1 mil millones de pesos.
Sólo el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), la medida más amplia de la deuda ascendió a 11 billones 769.5 mil millones de pesos, reportó la dependencia.
En ese contexto, Hacienda agregó que los ingresos no tributarios incrementaron en 63.3 por ciento derivado de la extinción de fondos y fideicomisos que no tienen compromisos previos. La estrategia de tomar este dinero es evitar endeudamiento adicional que traslade el costo del Covid-19 a futuras generaciones.
Agregó que derivado de las medidas de mitigación para la emergencia sanitaria y económica de la actual crisis, incrementó en 10.9 por ciento real el gasto de la Administración Pública Centralizada durante enero-mayo, respecto al mismo periodo del año anterior.
A su vez la inversión física –que implica recursos para poner en marcha el proceso productivo- aumentó de 16.8 por ciento anual.
Hacienda también expuso que en los primeros cinco meses del año, el gasto neto presupuestario aumentó 4.6 por ciento anual frente al mismo periodo de 2019 y el gasto programable, tuvo un incremento de 5.8 por ciento real. Las comparaciones que hace la dependencia se dan respecto a 2019, cuando el subejercicio fue una constante en el gasto de gobierno.
Agregó que entre enero y mayo, se registró un superávit primario de 43.7 mil millones de pesos, el balance público presentó un déficit de 148.2 mil millones de pesos, superior al programado y en particular impulsado por los gastos en las empresas productivas del Estado, y los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) registraron un déficit de 180.7 mil millones de pesos.