Ciudad de México. Ante la pandemia por Covid-19 y los temores que se han suscitado en el mundo de que se erijan gobiernos autoritarios, producto del aplazamiento y cancelación de procesos electorales es necesario repensar la forma en cómo la ciudadanía debe recuperar sus libertades y derechos como votar y ser votado, luego de que las decisiones políticas se han centrado en la emergencia sanitaria, afirmó, Bernardo Valle Monrroy, Presidente de la Comisión de Participación Ciudadana del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).
Dadas las condiciones generadas por la crisis sanitaria algunos gobiernos, “han decidido suspender y posponer las elecciones que tenían programadas como es el caso de Bolivia, referente a su elección presidencial, el plebiscito constituyente de Chile, las elecciones primarias de Estados Unidos y por supuesto las elecciones de los estados de Hidalgo y Coahuila en nuestro país”, aseveró.
En México además de Hidalgo y Coahuila los procesos electorales 2020 y 2021 podrían sufrir modificaciones de no mejorar las condiciones de emergencia sanitaria en las que nos encontramos en nuestro país, agregó, durante su intervención en el foro virtual internacional, “Retos de los Participación Ciudadana en esquemas innovadores ante contextos extraordinarios” organizado por el organismo.
Un camino viable son los mecanismos alternativos desarrollados en diversos países y en los que México tiene una gama importante como la participación ciudadana y la democracia directa, “binomio fundamental para mantener el orden constitucional y la consolidación democrática de las naciones”, añadió, durante su intervención en el foro virtual internacional, “Retos de los Participación Ciudadana en esquemas innovadores ante contextos extraordinarios” organizado por el organismo.
Para ello es necesario que en este binomio confluyan situaciones que no se tenían contempladas y que han puesto en riesgo a la población mundial, dijo, Valle Monrroy, al señalar que en los próximos 18 meses se tienen programas más de 40 elecciones en el mundo al menos 30 de ellas en América.
En tanto no se tienen condiciones para su adecuado desarrollo, no solo elecciones constitucionales para la elección de autoridades a diversos cargos de gobierno han sido pospuestas o canceladas momentáneamente, sino que instrumentos de democracia directa como es el caso del plebiscito de Chile se han visto afectados producto de la pandemia, agregó.
Por ello se hace necesario repensar la forma de garantizar el derecho a la salud, como principio fundamental a tutelar; en segundo lugar como garantizamos el derecho fundamental al sufragio, expuesto a situaciones de incertidumbre y potenciales de riesgo y explorar los mecanismos alternativos para el voto a fin de reducir el peligro para la salud de los votantes al tiempo de garantizar la legitimidad y representatividad de los procesos, apuntó.
Indicó que en medio de la pandemia los gobiernos, “no se han detenido en demasiadas reflexiones sobre los aplazamientos, vemos con preocupación la posibilidad de que procesos electorales sean canceladas sin mediar concesiones con la ciudadanía”.
Es evidente, agregó, que las decisiones políticas se han centrado en la emergencia sanitaria, “sin embrago cuando vayan reduciendo los plazos constitucionales para reemplazar autoridades se debe reflexionar en la mamera de transitar a procesos de restauración democrática que sin duda ya no será la misma a la anterior a la pandemia”
Se deben presentar programas de salida, señales de como recuperar las libertades y garantizar, la representación política y para ello es necesario echar mano de todas las herramientas tecnológicas que tenemos a la mano, una de ellas el voto electrónico que en México tiene, “el objetivo de obtener un sistema de fácil manejo, viable, seguro, pero sobre todo que preserve el voto con el carácter de libre, secreto, directo, personal, intransferible y que garantice la transparencia de las elecciones”.
En su oportunidad el consejero, Mauricio Huesca, señaló, que en medio de la crisis sanitaria existen condiciones multifactoriales que podrían llevar a la ciudadanía a no participar en la toma de decisiones públicas debido “a diferencias estructurales y accesos tecnológicos o simplemente porque sus prioridades no son participar; sino satisfacer otras necesidades que no han sido satisfechas en materia de salud, alimento, seguridad, situaciones que si bien no las generó la pandemia se han agudizado en estos momentos”.