Londres. El título del Liverpool, campeón de Inglaterra después de 30 años de espera, marca un momento especialmente emotivo del camino emprendido hace cinco años con la llegada del entrenador Jürgen Klopp, que fue construyendo poco a poco un plantel exitoso, ajustado a la filosofía del club.
Apasionado y carismático, Klopp hizo pasar a los Reds a una dimensión superior, convirtiéndole en campeón de Europa el pasado curso y en rey de la Premier League en la actual campaña.
Una de las claves del proyecto ha sido una política de fichajes muy diferente a la de otros rivales como Manchester City, Chelsea o Arsenal, más tendentes a buscar grandes golpes de efecto.
De los 18 jugadores que Klopp utilizó en su primera convocatoria tras llegar al Liverpool, tres han participado esta temporada, aunque en papeles secundarios: James Milner (siete partidos como titular), Divock Origi (cuatro) y Adam Lallana (tres).
Jordan Henderson, capitán después de la marcha de Steven Gerrard a la MLS norteamericana, y Roberto Firmino estaban en el plantel entonces, pero se encontraban lesionados en el momento de ese inicio de la 'era Klopp', igual que el joven Joe Gomez.
Algunos de los fichajes del Liverpool de Klopp han sido más llamativos (Sadio Mané, Mohamed Salah y Virgil Van Dijk), pero por lo general el club de Anfield optó por los pequeños retoques, en silencio y sin hacer gran ruido, integrando poco a poco nuevos elementos en su engranaje hasta convertirse en una máquina de ganar.
Georginio Wijnaldum llegó en 2016, Andy Robertson y Alex Oxlade-Chamberlain en 2017, mientras que Van Dijk, el mediocampista Fabinho y el arquero Alisson Becker aterrizaron en 2018.
Las adquisiciones de Van Dijk y Alisson constituyeron un cambio reseñable, permitieron el salto cualitativo que aportó la solidez defensiva necesaria para los grandes títulos que iban a seguir.
El arquero Loris Karius, autor de dos grandes fallos en la final de Champions fallida ante el Real Madrid en 2018, perdió la confianza del club, que no dudó en desembolsar 65 millones de libras (72 millones de euros, 80,4 millones de dólares) por Alisson.
Los 75 millones de libras (83 millones de euros, 91,6 millones de dólares) pagados en enero de 2018 por Van Dijk fueron un récord por un defensa y generaron muchas dudas en su momento sobre si la operación era demasiado temeraria.
Pero la final de Champions a la que el Liverpool llegó en 2018, con unos laterales emergentes como Andrew Robertson y Trent Alexander-Arnold, validaron la apuesta.
Ventas millonarias
"Puede que esta temporada les reclaméis por fin títulos", había dicho al principio de la siguiente temporada el técnico portugués José Mourinho, entonces al frente del Manchester United.
Dos años después está claro que el Liverpool de las dos últimas temporadas ha estado a la altura de las expectativas.
En la temporada 2018-2019 acabó con un balance espectacular de puntos (97), pero no pudo evitar que el Manchester City fuera el campeón de la Premier. A los 'Reds' les quedó el honor de haber obtenido la tercera mejor puntuación de un equipo en la liga inglesa, pese a que no sirviera para lograr el trofeo nacional.
En la Liga de Campeones, la apoteósica remontada de semifinales con un 4-0 sobre el Barcelona, sin Firmino ni Salah, abrió la puerta de una final en la que el Liverpool levantó la 'Orejona' contra el Tottenham en Madrid.
La política de fichajes exitosa debe mucho a Michael Edwards, director deportivo desde 2016 y al que Klopp ligó su decisión de renovar hasta 2024, al principio de esta temporada.
"Su aporte y su colaboración ha sido tan importante como la de los demás para permitirnos conseguir los títulos más prestigiosos", subrayó.
En enero de 2018 había obtenido 142 millones de libras (157 millones de euros, 175 millones d dólares) con el pase del brasileño Philippe Coutinho al Barcelona. Ese jugador había sido adquirido cinco años antes por una cantidad dieciséis veces inferior.
La mayoría de los pesos pesados (Mané, Salah, Van Dijk, Firminho, Fabinho, Henderson) tienen contrato hasta 2023 y otros grandes nombres incluso hasta 2024, como Allison, Robertson y Alexander-Arnold. El futuro parece por lo tanto prometedor.