Ciudad de México. El gremio teatral recibió con molestia la noticia de la posible venta a particulares y probable demolición del teatro Julio Jiménez Rueda, al confirmarse el lunes que, a petición del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (Issste), en agosto dejará de ser administrado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
El secretario de Cultura de la Ciudad de México, José Alfonso Suárez del Real, consideró que las autoridades de la Secretaría de Cultura federal (SC) y del Inbal deberían proponer al futuro comprador del predio donde se encuentra el recinto que valore su permanencia o que se demuela con el compromiso de construir un nuevo espacio escénico
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El funcionario dijo a La Jornada que ésa es la respetuosa sugerencia que hizo llegar a la titular de la SC, Alejandra Frausto, para tratar de evitar que se intensifique la inconformidad que existe en la comunidad cultural.
Añadió que le queda claro que el Issste necesita vender los terrenos de su antigua sede en Avenida de la República 154, en la colonia Tabacalera, debido a la urgencia provocada por la pandemia de Covid-19. “Sé que el dinero servirá para fortalecer el servicio médico y sobre todo para abatir el pasivo por pensiones, que cada día es más alto.
“Pero este proceso necesario no obsta para que al comprador se le proponga que valore la permanencia del inmueble que aloja al teatro, el cual, una vez más, demostró este martes su solidez luego del sismo. O se podría demoler, con el compromiso del nuevo dueño de que en el espacio comercial que se pretende erigir se construya el teatro Jiménez Rueda II.
Esta es una solución que ya habían vislumbrado los titulares del Issste y la SC, cuando estuvo a cargo de Cristina García Cepeda, lo cual me consta porque fui diputado local y aprobamos un punto de acuerdo sobre el tema. Desde esa época sabíamos que el proceso de integro, que no reintegro, del solar donde se ubica el Jiménez Rueda es fundamental para el Issste a fin de lograr la operación de venta; ése es el proceso que impulsó el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales el 8 de mayo.
La actriz Luisa Huertas, integrante del movimiento Ni un Teatro Menos, sostuvo que si quieren que en plena pandemia muchas personas de alto riesgo, como yo, salgamos a exponernos a una manifestación popular, lo haremos, porque ya dedicamos nuestra vida al teatro y no nos va dar miedo salir ahora a defender nuestro patrimonio
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Hizo un llamado a los jóvenes que se dedican a las artes escénicas y que no han tenido la oportunidad de trabajar en ese espacio cultural a sumarse a la lucha por defender la que podría ser una fuente de trabajo.
Huertas reiteró que la comunidad escénica no sólo está molesta, sino superenojada e indignada
, porque el Julio Jiménez Rueda es una fuente de trabajo no sólo para los actores, sino también para técnicos, vestuaristas, taquilleros, vigilantes y acomodadores.
Cada teatro es una comunidad laboral a la que en este momento se le está cerrando una fuente más de trabajo
, insistió, y recordó que la gente de los escenarios siempre ha sido solidaria con el pueblo; incluso, cuando apoyaron el mensaje Quédate en Casa, el doctor Hugo López-Gatell Ramírez lo agradeció, aseveró.
La actriz informó que el gremio ha dirigido cartas a la directora del Inbal, Lucina Jiménez, a la secretaria de Cultura federal y a Andrés Manuel López Obrador, “quien constantemente ha dicho que la política ya no es cuestión de unos cuantos, que es de los ciudadanos, del pueblo. Pues nosotros somos pueblo y la cultura es parte de nuestro patrimonio. Le pedimos respetuosamente al señor Presidente que sensibilice a sus funcionarios, que los ponga en orden. No se nos dijo nada, se hizo en lo oscurito, como en los viejos tiempos, como en los tiempos neoliberales”.
El actor Alejandro Calva también expresó su repudio a la posible extinción del teatro Julio Jiménez Rueda, situación en la que, sostuvo, “se está aprovechando la contingencia sanitaria. Están haciendo algo que de otra manera no habría sucedido por la presión de los artistas, que no queremos un solo teatro menos en nuestro país.
Estamos muy preocupados con el inicio de la nueva normalidad, con la situación de precariedad que viven los artistas escénicos en el país por la falta de trabajo. Nos preocupa cómo trata este gobierno a la cultura, no hay interés, no es una prioridad, y si le aunamos quitar un espacio público para la cultura como es un teatro, es el acabóse. Estamos sorprendidos e indignados.
El escenógrafo Gabriel Pascal señaló que ante un escenario menos en el país, la directora del Inbal tendría que renunciar, pero antes informarnos lo que negoció con los trabajadores sindicalizados, pues la gran pregunta es por qué no se tomó en cuenta a la comunidad teatral, que con su trabajo da razón de ser a la institución
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El dramaturgo e investigador teatral Jaime Chabaud consideró lamentable lo que sucede con el Jiménez Rueda: “Es como un albazo a la comunidad artística. Es decir, están comunicando la desaparición del teatro consumado el hecho. ¿Esa es la culminación de los acuerdos por los que el gremio luchó para que no se desmantelara? Lo han hecho a espaldas del gremio y los trabajadores, me parece gravísimo. ¿Así vamos a estar trabajando gobierno y artistas, gobierno y trabajadores sindicalizados?
La tendencia a destruir teatros es absolutamente neoliberal. ¿Qué nos pasó, Cuarta Transformación, de qué se trata? Esto es el vivo ejemplo de los gobiernos neoliberales, es su práctica común: que la cultura vea morir sus espacios para que se construya un centro comercial. Me parece terrible y gravísimo.