Washington. Estados Unidos sancionó el miércoles a los capitanes de los cinco barcos que Irán usó recientemente para entregar gasolina a Venezuela, en una nueva medida de presión contra el gobierno de Nicolás Maduro que Washington considera ilegítimo.
El jefe de la diplomacia estadunidense, Mike Pompeo, dijo que los capitanes de los petroleros con bandera iraní, que en las últimas semanas entregaron 1.5 millones de barriles de gasolina y componentes petroleros a Venezuela, fueron incluidos en la lista negra OFAC del Tesoro, con lo cual todos sus activos bajo jurisdicción estadunidense quedan bloqueados.
"Los marineros que hacen negocios con Irán y Venezuela enfrentarán las consecuencias de parte de Estados Unidos", dijo Pompeo, advirtiendo que sus "carreras y perspectivas laborales" se verán perjudicadas.
Los sancionados son los capitanes de los buques Clavel, Ali Danaei Kenarsari; Petunia, Mohsen Gohardehi; Fortune, Alireza Rahnavard; Forest, Reza Vaziri; y Faxon, Hamidreza Yahya Zadeh, dijo el Tesoro en un comunicado.
Las medidas punitivas a estas personas se inscriben en las sanciones estadounidenses impuestas a los sectores petroleros de Irán y Venezuela, dos países en los que Washington promueve un cambio de régimen.
Teherán envió combustible y derivados a Caracas luego de racionar y aumentar 50% el precio de la gasolina en noviembre pasado, dijo el Tesoro, señalando que la decisión generó una ola de protestas "brutalmente" reprimidas que dejó unos 1.500 muertos, "incluidos mujeres y niños".
Pompeo atribuyó a negligencia del gobierno de Maduro que Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de crudo del mundo, deba importar ahora gasolina de Irán.
"Los regímenes deshonestos en Caracas y Teherán están unidos en la represión a su gente, la corrupción, el autoenriquecimiento y la mala gestión de la riqueza de sus pueblos", señaló, subrayando que "la única solución a los problemas de Venezuela es una transición democrática".
El gobierno de Donald Trump lidera una campaña internacional para propiciar la salida del poder de Maduro, cuya reelección en 2018 no reconoce por considerarla fraudulenta y a quien acusa de corrupción y graves abusos de los derechos humanos, así como de la debacle económica de la otrora potencia petrolera.