Morelia, Mich. De las 500 comunidades originarias que hay en Michoacán, ni el cinco por ciento han recibido apoyo alimentario, aseguró Pavel Guzmán, coordinador del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), tras sostener que la crisis en las etnias apenas comienza a notarse porque “el Covid 19 está llegando atrasado; apenas se vislumbran los primeros casos y las alternativas económicas son escasas”.
Aunque la pandemia en los pueblos originarios no es masiva, únicamente en el pueblo nahua Aquila se encuentra libre de contagios, pues en el resto de los municipios indígenas hay al menos un contagio. “Creemos que el problema para las comunidades apenas empieza”, dijo el dirigente del Consejo.
Las principales actividades de las etnias purépecha, nahua, mazahua y otomí, son la agricultura y la producción y venta de artesanías, por lo que debido al confinamiento y medidas de prevención como la suspensión de actividades no esenciales, los artesanos no pueden vender sus productos, a lo que se suma el inexistente apoyo de fertilizantes del gobierno federal ni del estado. Hay un poco de ganadería y pesca, pero apenas sobreviven con eso.
En la región purépecha de la Cañada de los Once Pueblos los empleos para jornaleros agrícolas y el comercio informal han caído, así que los ingresos son mínimos, por lo que urge un programa de distribución de alimentos.
En la región lacustre de Pátzcuaro, la venta de pescado ha caído, lo mismo que el turismo, por lo que la venta de alimentos y artesanías ha caído en 80 por ciento. “Los mayores problemas los viven aquellos que no tienen tierras y que no cuentan con taller artesanal, es decir aquellos que son empleados de actividades improductivas durante la pandemia.
En la Meseta Purépecha se repite el escenario de abandono estatal, pero se le suma los incendios forestales en la región, —al menos una decena arrasó con muchas tierras—; así también, ha caído la venta de productos artesanales, al tiempo de que ha aumentado el desempleo en comercios formales e informales en sus poblados y en Uruapan, Morelia y Pátzcuaro. Por si fuera poco, la sequía, y luego las heladas, han golpeado los campos de la zona.
“La situación es delicada, sabemos que tenemos que hacer algo, porque es tiempo de enfrentar la crisis de la pandemia, de lo contrario los efectos sociales serán graves, subrayó Pavel Guzmán.
En ese contexto, Michoacán son casi cinco mil casos confirmados de Covid-19 y 391 defunciones. Lázaro Cárdenas suma mil 838 contagios y 118 decesos; Morelia, lleva 543 casos confirmados y 29 decesos; Uruapan, 396 casos y 36 muertes; Apatzingán 322 contagios y 27 defunciones; Múgica 236 casos y 36 muertes; Huetamo 238 casos y 12 personas fallecidas, entre otros.