Ciudad de México. La activación de la alerta sísmica en la capital del país permitió a sus habitantes salir de sus casas hasta un minuto antes de que sintiera el sismo de magnitud 7.5 ocurrido ayer a las 10:29 horas de ayer. Incluso, los altavoces del sistema de videovigilancia de la Ciudad de México emitieron el alertamiento segundos antes que las aplicaciones para teléfonos celulares.
Según el reporte del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) la alerta se activó 62 segundos previos al sismo –cuyo epicentro se ubicó al suroeste de la localidad de La Crucecita, Oaxaca–, en 97.5 por ciento de los 12 mil 763 altavoces.
Mientras, en diversas calles de la ciudad las personas, muchos de ellas en pijama y con sus mascotas en los brazos, se mantenían en las calles a la expectativa, algunos llegaron a comentar: ni va a temblar
.
En colonias como Industrial Vallejo o Guadalupe Tepeyac, en Gustavo A. Madero, decenas de personas salieron de sus domicilios al escuchar la alerta. En los primeros segundos, los rostros eran de incredulidad, pues parecía que no pasaba nada.
Algunos observaban los postes de luz eléctrica o buscaban algo que se moviera que les indicara que estaba temblando, incluso hubo personas que comentaron que era una falsa alarma, hasta que se empezó a sentir el movimiento telúrico.
El susto hizo que se olvidaran del cubrebocas, así como de guardar la sana distancia, pero no del teléfono celular, con el que intentaban comunicarse con familiares y amigos, aunque sin resultados, ya que el servicio se vio afectado.
Tras concluir el sismo, poco a poco los vecinos fueron regresando a sus casas, momento en el que algunos se acordaron de la emergencia sanitaria por el Covid-19: con el susto hasta olvidé el cubrebocas
, comentó Pedro a sus vecinos.
Una situación similar ocurrió en la colonia Hipódromo, en Cuauhtémoc, donde también varios vecinos salieron de sus edificios en pijama, descalzos y hasta con cobijas, tras escuchar la alerta sísmica, en medio del tronido de los transformadores de luz, que ocasionó que en algunos puntos se interrumpiera el servicio; la mayoría logró evacuar a tiempo, desplegándose sobre camellones y las esquinas de las calles.