Ciudad de México. La representación comunal de Santa Ana Tlacotenco, Milpa Alta, y las brigadas comunales del pueblo anunciaron que se organizarán para detener la tala ilegal y el saqueo de recursos ambientales en la región.

Te convocamos para que nos acompañes a las jornadas de vigilancia ambiental que comienzan hoy (ayer) en la caseta de vigilancia de la ex gasolinera, con todas las precauciones de sana distancia, informó la organización en un texto que fue difundido entre comuneros del poblado.

Asimismo, dieron a conocer que presentaron una nueva denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para que se ponga un alto a la tala clandestina de árboles vivos, saqueo de tierras y cacería furtiva en los bosques aledaños.

En días pasados, La Jornada recorrió los montes donde se constató el corte ilegal de oyameles y árboles jóvenes, así como la presencia de grupos que se dedican a recolectar leña y ocote, actividad conocida como tala hormiga. Por eso, los comuneros interpusieron la denuncia PFPA/5.3/2C.28.5.2/03076 y buscan el apoyo de la dependencia federal en la defensa de su tierra.

La representación comunal de Santa Ana y las brigadas comunales de nuestro pueblo han decidido organizarse para detener la tala clandestina de árboles vivos, la extracción de piedra y demás recursos naturales que, debido a la pandemia que a todos aqueja, se han incrementado notablemente.

Afirmaron que el cuidado de los bosques no sólo es responsabilidad de la representación comunal y de las brigadas, sino de todos los comuneros originarios. Invita a tus familiares, amigos y vecinos para participar en el cuidado y protección de lo que nos legaron los abuelos antes de que sea tarde.

En tanto, habitantes del pueblo San Pablo Oztotepec criticaron la entrega de apoyos económicos que reparte la Comisión de Recursos Naturales (Corena).

Los líderes de siempre sólo están percibiendo el recurso que es del pueblo, que si llegara de forma directa a través de la decisión de una asamblea se le daría un uso decente, destinándolo a la protección real del bosque. Los resultados están a la vista: la masa forestal es más escasa cada día, más talada y más deteriorada; es el peor momento para el bosque, una grave situación para los habitantes del pueblo.