Hasta la reunificación del país, en 1990, fue el más importante punto de paso de extranjeros y diplomáticos. También fue un lugar de intercambio de prisioneros.
El Checkpoint Alpha (A), el lugar de paso más importante entre los dos bloques, estaba situado en Helmstedt, y el Checkpoint Bravo (B) estaba en Dreilinden, en la entrada de Berlín-Oeste.
Fugas espectaculares
El Checkpoint Charlie fue el escenario de varios intentos audaces de fuga de alemanes desde el este hacia el oeste que inspiraron incluso películas de cine. Representaba finalmente la única apertura en el muro de hormigón y alambradas que separaba la ciudad.
En abril de 1962, el austriaco Heinz Meixner logró atravesar el control al volante de un descapotable junto a su prometida del este de Berlín y su futura suegra. Había logrado reducir tanto la altura del vehículo que pasó por debajo de la barrera y para cuando los guardias de seguridad se dieron cuenta ya estaba al otro lado.
Un músico que toca la tuba
Todos los berlineses conocían su rostro, que aparece en millones de fotos de recuerdo.
El soldado cuyo retrato se ve hoy en el antiguo Checkpoint Charlie es un exmúsico que tocaba la tuba en el ejército estadounidense llamado Jeff Harper. Tenía 22 años cuando fue fotografiado para una serie de conmemoraciones de los últimos soldados aliados en Berlín en 1994.
Su retrato fue elegido más tarde para ser expuesto en el lugar, al lado del de un soldado soviético.
Despliegue de tanques
El 27 de octubre de 1961 decenas de tanques y soldados de los bandos se enfrentan durante 16 horas tras un problema sobre la libre circulación de ciudadanos de países aliados entre las dos partes de la ciudad.
Los soviéticos quisieron registrar a un diplomático estadounidense que deseaba ir a Berlín-Este, lo que se oponía a los acuerdos en vigor.
El presidente estadunidense John F. Kennedy y el dirigente soviético Nikita Jruschov dieron finalmente la orden de retirar los tanques antes de que el incidente provocara una nueva guerra.
Plan de futuro
Tras la reunificación alemana, el Checkpoint Charlie se transformó en una especie de parque temático sobre la Guerra Fría donde vendedores de recuerdos ofrecían típicos gorros rusos, máscaras de gas de plástico o soldados americanos de juguete. Era un lugar de visita obligada para todo aquel que iba a Berlín.
El ayuntamiento de la ciudad no apreció mucho el comercio que comenzó a rodear el lugar y debate desde hace tiempo sobre el destino que se debe dar a este punto emblemático.
El último proyecto es construir pequeños edificios en los que el treinta por ciento de las casas sean viviendas sociales, una plaza pública y un verdadero museo de la Guerra Fría.