Londres. El Liverpool, que necesitaba un triunfo para poder ser campeón el lunes si el Manchester City caía con el Burnley, no pasó del empate sin goles en el derbi ante el Everton , este domingo en la jornada 30 de la Premier League.
Para volver a ganar ya en esta jornada un título que no logra desde 1990 (cuando la Premier League ni siquiera se llamaba así), los 'Reds' tenían que vencer y esperar la derrota de su primer perseguidor.
Ahora deberá esperar unos días para cantar el alirón. El Liverpool tiene 23 puntos más que el City, que en caso de ganar el lunes podría acercarse a 20 unidades, una diferencia que sigue pareciendo insalvable.
Alisson evita la derrota
En Goodison Park, el futuro campeón inglés se mostró poco inspirado en su reestreno tras más de tres meses sin fútbol.
Sin su estrella Mohamed Salah, el vigente campeón de la Liga de Campeones estuvo lejos de la versión arrolladora que le llevó a tener su amplio colchón en el campeonato. Solo consiguió disparar tres veces dentro de la portería.
Fabricó pocas ocasiones y estuvo falto de ritmo. Además perdió a James Milner por lesión al final del primer tiempo.
Los locales estuvieron cerca del gol nada más comenzar, con un disparo del internacional brasileño Richarlison al minuto cuatro.
Los Reds se fueron al vestuario al descanso con un solo disparo entre los tres palos, una falta lanzada por Alexander-Arnold al miunuto 41. Un minuto después James Milner se lesionó y tuvo que retirarse. Le suplió Joe Gomez.
Tampoco ofrecieron su mejor versión en la segunda mitad. Entre sus pocas acciones relevantes, el guineano Naby Keita combinó con Roberto Firmino y disparó demasiado cruzado al minuto 51 y luego el holandés Virgil Van Dijk cabeceó un córner pero respondió sin complicaciones el arquero Jordan Pickford al minuto 58.
El arquero brasileño Alisson evitó la derrota demostrando su clase al despejar un taconazo de Dominic Calvert-Lewin y un disparo de Richarlison en los diez últimos minutos.