Guadalajara, Jal. Al menos 215 cuerpos han sido hallados entre enero y mayo en nueve fosas clandestinas ubicadas en los alrededores de la ciudad de Guadalajara, en el estado de Jalisco, en el oeste de México.

"Fueron localizados en fosas 215 cuerpos, de los cuales hay una gran cantidad que ya fueron identificados y puestos a disposición de sus familiares", informó este sábado en rueda de prensa virtual el fiscal estatal, Gerardo Octavio Solís.

En el mes de enero se exhumaron 157 cuerpos. En febrero no se registraron hallazgos en fosas, pero en marzo se localizaron los restos de 23 víctimas; en abril, de otras tres, y en mayo, de 32.

La mayoría de las fosas fueron localizadas en terrenos vallados o fincas abandonadas de colonias populares ubicadas en los municipios de Zapopan, Tlajomulco, Juanacatlán y El Salto, todos pertenecientes a la zona metropolitana de Guadalajara.

El fiscal estatal reconoció que todavía quedan cinco fosas pendientes de analizar debido a la falta de personal y advirtió que, una vez que se retomen esos puntos, aumentará la cantidad de cuerpos.

"Seguramente estas cifras van a ser modificadas en las próximas semanas o meses en la medida en que surjan hallazgos y en la medida en la que Ciencias Forenses vaya procesando el tipo de hallazgos que pueden ser: segmento, bolsas o cuerpos completos", detalló Solís.

Tan solo en junio han sido localizadas tres fosas en la zona metropolitana de Guadalajara en la que se siguen trabajando en la extracción de restos humanos.

En una de ellas, ubicada en el municipio de Zapopan, se han localizado hasta este sábado 39 bolsas con restos humanos. En otra, en Tlaquepaque, se han extraído 36 bolsas, y en la más reciente, en Tlajomulco, se han extraído dos cuerpos completos.

Las acciones del crimen organizado no se han detenido en México, pese al confinamiento por la pandemia de Covid-19.

Especialistas y defensores de derechos humanos atribuyen la violencia que padece el país a una polémica ofensiva militar contra el crimen organizado desplegada a finales de 2006 por el entonces presidente Felipe Calderón.

Según cifras oficiales, desde entonces se han registrado más de 287.000 asesinatos en el país, aunque no se detalla cuántos casos están ligados al combate de las mafias.