Ciudad de México. Ante la mayor crisis económica en casi 100 años, una de las principales acciones del gobierno para apoyar a empresas fue un programa de 50 mil millones de pesos en microcréditos, cantidad equivalente a 0.2 por ciento del producto interno bruto (PIB). A casi dos meses de su lanzamiento la administración federal, sólo logró colocar dos terceras partes del monto comprometido, según cifras oficiales. Especialistas consideraron que hubo trabas en el proceso de asignación, pero también se trató de un monto –25 mil pesos– con poco alcance para enfrentar la situación financiera.
El lunes 15 de junio se cerró el registro para solicitar uno de los microcréditos del gobierno. De un objetivo de colocar 2 millones de financiamientos por 25 mil pesos cada uno, se aprobaron un millón mediante el programa Crédito a la Palabra, de la Secretaría de Economía, y 207 mil 188 mediante Crédito Solidario, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El millón 207 mil 188 microcréditos aprobados en total representa un monto de 30 mil 179 millones de pesos, es decir, 60 por ciento de la meta de 50 mil millones de pesos.
Para Arturo Huerta, profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el programa del gobierno para mitigar los estragos de la pandemia ha sido un fracaso y se ha quedado corto en el apoyo a empresas y familias, pues lo que se necesitan no son créditos, sino más gasto productivo.
Los microcréditos del gobierno, además de que el monto es insuficiente, son una forma equivocada de atender el problema; se debe incrementar el gasto para crear empleos de verdad o de lo contrario caeremos en una crisis profunda y prolongada. Ese programa de créditos es un fracaso, dado que está construido bajo una política electorera.
De acuerdo con declaraciones de Zoé Robledo, director del IMSS, el programa Crédito a la Palabra registró una demanda de 900 mil empresas; sin embargo, sólo concedió 191 mil 981 financiamientos, dado que, la mayoría no cumplía con el requisito de no haber despedido a ningún trabajador durante los primeros tres meses del año.
Tras no colocar la totalidad de los recursos entre empresas formales, el IMSS abrió una nueva modalidad para empleadas del hogar y trabajadores independientes. El objetivo era llegar a 46 mil, pero cerró en alrededor de 15 mil.
Reforma fiscal en 2022
Al respecto, Enrique Díaz-Infante, investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), señaló que 25 mil pesos son poco o nada para una pequeña o mediana empresa, por lo que las únicas que los tomaron fueron algunas micro. Asimismo, explicó que al inicio de la crisis muchas ya se habían visto en la necesidad de recortar personal, por lo que no pudieron cumplir con el requisito de no despedir a nadie en los primeros tres meses.
El programa de microcréditos, en el que el gobierno basa el apoyo para mitigar la crisis está pensado con fines electoreros y no económicos, pues no responde a realidad de las necesidades del país, 25 mil pesos apenas alcanza para empresas muy micro, no para pequeñas y medianas.
Hasta el momento se han perdido más de un millón de empleos en el sector formal y se estima que 12 millones más del informal dejaron de laborar. En este sentido, Díaz-Infante explicó que el gobierno necesita incrementar el gasto y crear incentivos, sobre todo fiscales, que representan entre 3 y 3.5 por ciento del PIB, es decir, alrededor de 600 mil millones de pesos.
El monto necesario para solventar tres meses de confinamiento es de al menos 3 o 3.5 por ciento del PIB, de ese tamaño es la crisis que ha dejado la pandemia. Se debe aumentar la deuda y soltar el gasto de manera adecuada y bien focalizada, de modo que se apoye a las micro, pequeñas y medianas empresas, para después hacer una reforma fiscal en 2022
, propuso el especialistas del CEEY.
Al respecto, Huerta coincidió con la necesidad de incrementar la deuda, pero no de manera externa, sino interna, siendo una opción que el Banco de México, como han hecho otras instituciones centrales del mundo, compre bonos al gobierno a una tasa de cero por ciento.
Con austeridad fiscal sólo se profundizará la crisis. El gobierno no se da cuenta de la magnitud del problema y eso le va costar en términos económicos, sociales y políticos
, concluyó el especialista en economía de la UNAM.