Representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México consideraron que sería un error desaparecer el Fondo para la Atención de Emergencias (Fonden), frente a la vulnerabilidad del país a desastres naturales que, en promedio, cuestan entre 0.5 y 0.7 por ciento del PIB.
“Si anualmente se transfiere 0.4 por ciento del PIB para el Fonden, estamos por abajo de lo que requerimos”, dijo en una reunión virtual con la Comisión de Protección Civil de la Cámara de Diputados Luis Mauricio Escalante Solis, coordinador territorial de Proyectos del Programa de apoyo a la reducción de riesgos de desastres en México del PNUD.
Las críticas se centran en la mala operación de los fondos o de errores en su aplicación, pero el Fonden no construye viviendas, las asigna a un tercero, acotó.
Refirió que en dos décadas de operación, los recursos del Fonden no han cubierto la totalidad de los daños y pérdidas económicas, como ocurrió con los terremotos o de 2017, por lo que siempre ha requerido ayudas adicionales.
“No contar con ese instrumento haría más grande la brecha para regresar a una nueva normalidad en el caso de un desastre”, insistió en la reunión para revisar la iniciativa de Morena de desaparecer todos los fideicomisos y fondos.
Refirió que México está, desde 2018, entre los primeros cinco países con más pérdidas económicas ocasionadas por desastres que, además, son cada vez más recurrentes y “pasamos de desastres puntuales por eventos concretos a desastres continuos”.
Actualmente, agregó, el país enfrenta dos desastres simultáneos: la emergencia sanitaria por el coronavirus y las inundaciones causadas por las lluvias y consideró que, si se desaparece el fondo, el gobierno federal y los de los estados estarían obligados a tomar recursos de partidas del presupuesto.
Javier Moya, coordinador del Programa de apoyo al riesgo de desastres en México del PNUD planteó que el Fonden continúe, con una revisión de eficiencia y transparencia, que hagan más eficiente su aplicación.