Todos los escenarios climáticos indican que las sequías “se van a intensificar”, serán más frecuentes, más severas y se extenderán en el territorio, afirmó la representante en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), Lina Pohl.
En el contexto del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se conmemora hoy, indicó que dicha situación impactará en las regiones agrícolas, en la seguridad alimentaria, la permanencia de los bosques, en la biodiversidad y la vida cotidiana.
El agua, añadió, “se convierte en un recurso muy valioso” y el saber utilizarla es una de las tarea más importantes. La disponibilidad del líquido para este año 2020 ha bajado en 6 por ciento con relación al 2000, y la demanda seguirá creciendo, incluso se prevé para el año 2050 incremente en 300 por ciento, destacó.
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) expuso que los datos de degradación de la tierra son alarmantes. “La pérdida de su capacidad productiva se acelera vertiginosamente y la desertificación avanza sin tregua”. Señaló que la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación estima que los ecosistemas naturales han sido transformados en 70 por ciento, y para el año 2050 podría incrementarse a 90 por ciento.
Para el año 2030, la producción de alimentos para abastecer a 10 mil millones de personas requerirá de 300 millones de hectáreas más de tierra cultivable, equivalente al territorio de Argentina, señaló.
Resaltó que la agroindustria que requiere cultivos para sus productos transformados. “Tan sólo en la industria de moda y textil, para 2030 se estima que usará 35 por ciento más de la tierra, equivalente a 115 millones de hectáreas, superficie que corresponde al tamaño de Colombia”.
La dependencia federal agregó que de acuerdo con datos oficiales en el país se tiene una degradación acumulada de los recursos bióticos del 54 por ciento, edáficos de 63 por ciento e hídricos de 65 por ciento. “Al conjuntar los tres la degradación aumenta a 90 por ciento del territorio nacional”.
En el foro virtual Estrategias de Desarrollo Sostenible contra la Desertificación y la Sequía, Ramón Sandoval, director general de la Comisión Nacional de las Zonas Áridas, expuso que 17 de las 22 ciudades más pobladas del país se encuentran ubicadas en zonas áridas y semiáridas, lo que significa un 56 por ciento de la población.
Tanto la representante de la FAO, Lina Pohl, como el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, coincidieron en que el déficit de las lluvias por tiempos prolongados así como la degradación de las tierras, la pérdida de fertilidad de los suelos y la erosión “son fenómenos que han sido en mucho provocados por la acción del hombre”.
“La sequía y degradación, independientemente de su origen, trae como consecuencia otros desastres tales como la inseguridad alimentaria, hambrunas, malnutrición”, añadió Villalobos.