Ciudad de México. El año pasado, el juez federal Uriel Villegas Ortiz, quien fue asesinado a tiros ayer con su esposa en Colima por un comando de hombres armados, pidió al Consejo de la Judicatura que le retiraran la vigilancia, cuando fungió como juez de distrito en Jalisco, lo cual se concretó en marzo de 2019.
Un año después fue adscrito como juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, en el estado donde lo ejecutaron.
No traía protección por petición propia, a pesar de que el CJF le pidió que lo pensara debido a la delicadeza de los asuntos que manejaba, ya que durante su carrera, la cual desempeñó principalmente en Jalisco, Guanajuato y Colima, emitió resoluciones vinculadas con integrantes de grupos delictivos, entre ellos Rubén Oseguera González, El Menchito, hijo de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), por mencionar algunos.
Entre los casos más relevantes que desahogó Villegas Ortiz se encuentra el de Rubén Oseguera González, en 2018, cuando se desempeñaba como juez sexto de distrito en procesos penales en Jalisco, y en sus resoluciones exigió a las autoridades federales trasladar al hijo de El Mencho al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 2, en Puente Grande, Jalisco.
Sin embargo, El Menchito fue transferido de la prisión federal número 15 en Chiapas, donde se encontraba recluido, al Cefereso número 11 en Hermosillo, Sonora, de donde finalmente fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por tráfico de drogas.