Washington. Estados Unidos anunció este miércoles "una campaña de presión económica y política" contra el gobierno sirio, con sanciones a decenas de individuos y entidades oficiales, incluyendo al presidente Bashar al Assad y su esposa.
"A partir de hoy (...) cualquiera que haga negocios con el régimen de Assad, en cualquier parte del mundo, está expuesto a restricciones de viaje y sanciones financieras", dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado.
"Anticipamos más sanciones y no nos detendremos hasta que Assad y su régimen detengan su innecesaria y brutal guerra contra el pueblo sirio" y "acepte una solución política", aseguró Pompeo.
La primera andanada de sanciones está dirigida a 39 personas o entidades a las cuales se les congelará cualquier activo en Estados Unidos.
Entre ellas, figuran muchos miembros de la familia del presidente sirio. Algunos ya estaban en otras listas negras estadounidenses, pero otros, como su esposa Asma al Asad, son sancionados por primera vez desde Washington.
Según el jefe de la diplomacia estadunidense, muchas de las personas y compañías señaladas en las sanciones "jugaron un papel clave en la prevención de una solución política pacífica al conflicto", mientras que otras "ayudaron y financiaron las atrocidades del régimen de Asad" con el objetivo de "enriquecerse".
Asad es objeto de sanciones de Estados Unidos desde que comenzó a aplastar un levantamiento opositor en 2011.