Guadalajara, Jal. Los gobernadores panistas de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo; de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval; de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, y el emecista de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quienes se autodenominan la “alianza centro-bajío-occidente”, se reunieron este miércoles en Guadalajara para instalar una mesa de trabajo para “la reactivación económica y atracción de inversiones” en la que los préstamos bancarios y las inversiones público-privadas serían estratégicas.

“Nuestra agenda es de colaboración para potencializar nuestras capacidades en materia económica, consolidar la región como una de las más productivas del país, es una mesa de trabajo que siempre ha tenido como propósito la agenda económica. Hoy en medio de la emergencia sanitaria estamos revisando esta agenda para afinar la ruta de trabajo para la reactivación económica en el corto plazo y la reconstrucción de nuestras economías en el mediano y largo plazo”, resumió el gobernador Alfaro en su calidad de anfitrión.

En ese sentido el gobernador Rodríguez Vallejo explicó que la agenda tiene como vertientes lograr créditos del CAF (Banco de Desarrollo de América Latina integrado por los países de la región más algunos bancos privados) para “el financiamiento de proyectos de infraestructura”, además de “aprovechar” bancos como Banorte, BBVA y Citibanamex “para ver de qué manera podemos financiar proyectos y armar este plan de reactivación económica” que, agregó, podría tener el “gerenciamiento” de la oficina de las Naciones Unidas.

El gobernador Orozco precisó aún más el proyecto interestatal -que también incluiría al gobierno de San Luis Potosí, cuyo titular priista Juan Manuel Carreras no acudió “porque tenía cambio de obispo en Ciudad Valles”- y dijo que la capacidad de endeudamiento que tienen los gobiernos de los cinco estados “no es ningún pecado cuando se contrata con ventajas importantes” y sí en cambio “es una parte fundamental para detonar la economía”.

En ese sentido Orozco dijo que también se está planteando invertir en conjunto con la iniciativa privada en obras de infraestructura para lograr “una reconstrucción de la economía en la región y son reglas que debe seguir el resto del país”.

El grupo de gobernadores reunidos en Casa Jalisco también anticipó que se girará invitación a los gobernadores de “la alianza federalista” (Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León, Durango, Michoacán, Colima y Jalisco) para que se sumen a los acuerdos que permitirán “construir una ruta que permita retomar el crecimiento económico”.

Proyectos y controversia

En términos generales, los gobernadores hablaron de diversos proyectos de infraestructura que implican no sólo en el territorio de sus propios estados, sino que incluyen a varios de ellos, como la presa El Zapotillo donde Jalisco y Guanajuato comparten el interés de que sea retomado el proyecto, detenido desde 2016 por la oposición de pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, comunidades que serían inundadas por la presa.

También y bajo los esquemas de participación privada en sociedad con fondos públicos, se habló de construir carreteras en las entidades de la región y del proyecto del tren Guadalajara-Aguascalientes.

Sin embargo al ser cuestionados sobre si los estados presentes apoyarían la controversia constitucional que el martes el gobierno jalisciense envió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para echar abajo el Acuerdo emitido por la Secretaría de Energía el 15 de mayo pasado para “imponer restricciones al desarrollo de nuevas centrales de generación de energías renovables”, solamente el gobernador de Aguascalientes dijo que se sumaría.

El gobernador de Guanajuato afirmó que en ese tema se tardaría unos días en emitir su punto de vista una vez analizado todos los pormenores, mientras el gobernante de Querétaro claramente se deslindó.

Enrique Alfaro promovió la controversia a la par que en la región Altos de Jalisco se construye un parque fotovoltaico de la empresa española Fotowatio Renewable Ventures bautizado como Potrero Solar sobre una superficie de 640 hectáreas, que sería uno de los más grandes del mundo y que según habitantes de Lagos de Moreno y Unión de San Antonio ha provocado un ecocidio durante su construcción.