Para hacer frente al reto que planteó el nuevo coronavirus, el gobierno federal abrió la convocatoria para contratar a profesionales de salud: médicos generales, especialistas y personal de enfermería. Por esa vía ingresaron al sistema nacional de salud, lentamente, 42 mil trabajadores. La cifra es importante pero aún está lejos de lo que el país requiere, señaló.
Así que carece de sustento el señalamiento de asociaciones y colegios de especialidades médicas respecto de que 585 médicos cubanos que se encuentran en la Ciudad de México pudieran desplazar a los mexicanos, dijo el funcionario.
Informó sobre el avance de la pandemia: 3 mil 427 nuevos casos confirmados, para un registro acumulado de 150 mil 264. También se sumaron 439 decesos, para un total de 17 mil 580.
López-Gatell recordó que uno de los desafíos que planteó el Covid-19 en México fue la carencia de especialistas en medicina crítica, anestesiólogos, intensivistas, neumólogos, e inhaloterapeutas, entre otros, lo cual es resultado de la falta de atención que durante años evitó la formación de éstos en el país.
Para subsanar el faltante, la Secretaría de Salud diseñó un plan para integrar equipos Covid
, en los que un especialista en medicina crítica entrena a cinco de otras áreas, y éstos a su vez trabajan con otros cinco profesionales. El objetivo es ampliar la capacidad de respuesta en los nosocomios.
Ahora, con base en el plan de salud actual, se analiza la posibilidad de aumentar la oferta de plazas para médicos residentes. Este año ingresaron alrededor de 10 mil, y se prevé duplicar ese número. El reto es que los hospitales públicos tengan la capacidad para recibir a los alumnos, admitió.
También está en proceso el diseño del plan anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para otorgar 30 mil becas a estudiantes para que cursen alguna especialidad en el extranjero y bajo un esquema que facilite su regreso al país para laborar en el sistema nacional de salud.
El subsecretario se refirió a las pruebas rápidas autorizadas. Señaló que no debe interpretarse como una recomendación de la Ssa para su utilización
. La dependencia prepara un posicionamiento en el que insistirá que no son confiables