París. El mosaico de restricciones nacionales y la reticencia de los viajeros a cruzar las fronteras hacen que las compañías aéreas europeas se enfrenten a un regreso más turbulento a los cielos a causa de los confinamientos por coronavirus que sus rivales estadunidenses y asiáticos.
Después de casi tres meses quemando caja ante la virtual paralización de los viajes por avión, las aerolíneas están volviendo al funcionamiento o anunciando más vuelos.
Pero mientras que los mercados internos de Estados Unidos y China están empezando a recuperarse, las perspectivas en Europa parecen más inestables.
“En comparación con cualquier otra parte del mundo, se está quedando atrás”, dijo el analista de aviación europea, John Grant, durante una reciente presentación del grupo de análisis del sector OAG.
La cautela ante los viajes al extranjero pesa más en las aerolíneas europeas, cuyos mercados internos son más pequeños y menos rentables que los de sus rivales estadunidenses y asiáticas, y están más expuestas a la competencia del ferrocarril y el transporte por carretera.
También deben hacer frente a diversas restricciones europeas, incluida la cuarentena de 14 días de Reino Unido a las llegadas del exterior, que está siendo desafiada legalmente por varias empresas británicas.
Eso contrasta con los grandes mercados unificados de Asia y América. En Brasil y la India las operaciones domésticas están aumentando a pesar de que las tasas de Covid-19 siguen creciendo más rápidamente que las de Europa.
EasyJet y Brussels Airlines, perteneciente a Lufthansa, reiniciaron sus operaciones esta semana con la reapertura de las fronteras internas europeas. Otros, incluyendo Air France, British Airways y Wizz Air están aumentando las frecuencias.
Cancelación de vuelos
A pesar de la reducción del servicio de comidas y de la obligación de llevar mascarillas a bordo, evitar los aviones puede no ser la principal preocupación.
Para las compañías europeas, que se prevé perderán 21 mil 500 millones de dólares este año, la vuelta a las operaciones no promete un rápido retorno a los beneficios, ya que se espera que muchos vuelos se realicen por debajo de los dos tercios de su capacidad. La esperanza es gastar menos dinero en el aire que con los aviones en tierra.
El sector europeo va camino de obtener un rendimiento sobre el capital invertido (ROI) negativo de 14.3 por ciento este año, en comparación con los déficit previstos de 12.7 por ciento para Asia y de 10.5 por ciento para América del Norte, según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Detrás de la publicidad sobre el regreso a la actividad, las aerolíneas siguen recortando la programación de vuelos, recortes que son más intensos en Europa. Los vuelos no vendidos se cancelan al menos dos semanas antes de la salida, cuando los pasajeros obtienen derechos de compensación.
La programación mundial de vuelos para esta semana muestra que se han recortado 28.5 millones de asientos a 40 millones desde finales de mayo, según el proveedor global de información aeronáutica digital OAG. La capacidad de Europa occidental se redujo de 17.8 millones de asientos a 3.9 millones, al desvanecerse las expectativas de un repunte.