Ciudad de México. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Foatur) presentó ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) en su modalidad regional, para la construcción y operación de la vía férrea de los tres primeros tramos del Tren Maya, mismos que ya son edificados por los consorcios ganadores.
La dependencia a cargo de Rogelio Jiménez Pons explicó que inició el proceso como parte del cumplimento de la legislación mexicana en materia ambiental, los cuales incluyen los instrumentos de ordenación territorial.
La MIA regional entregada a la dependencia federal es aplicable en la ruta que va de Palenque, Chiapas, a Izamal, Yucatán, los cuales corresponden a los tres primeros tramos, comentó.
Las empresas ganadoras —Mota-Engil, con China Communications Company; CICSA y FCC, así como Gami y Construcciones Urales—, iniciaron los trabajos y estudios de detalle para elaborar el proyecto ejecutivo de los tramos que tienen a su cargo, mencionó.
En este momento ya realizan acciones de mantenimiento y rehabilitación de la vía férrea dentro de sus derechos de vía, mismas que se realizan bajo estricta supervisión ambiental y con base en lo establecido en el artículo 6 del Reglamento de Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), explicó.
El próximo 18 de junio la síntesis del proyecto del Tren Maya estará disponible en idiomas maya peninsular, ch’ol, tzeltal, tsotsil y español, en el sitio https://www.trenmaya.gob.mx/ambiental/, explicó.
Mientras que la MIA en modalidad regional podrá ser consultada en su versión pública en las oficinas estatales de la Semarnat, en Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán, así como en sus oficinas de la Ciudad de México, pues así lo mandara la LGEEPA y su reglamento en Materia de Evaluación del Impacto Ambiental.
Fonatur comentó que la Semarnat hizo una exención a la MIA en los tramos que corresponden a lugares con derecho de vía existente, porque los tres primeros tramos no se tratan de una obra nueva, sino de una rehabilitación y mantenimiento para mejorar la seguridad operativa, por lo que el Tren Maya no tenía la obligación de solicitar una autorización ambiental.
El proyecto consta de dos fases de construcción. La primera contempla únicamente las obras sobre derechos de vía ya existentes, mientras que la segunda etapa contempla obras, que por mejoramiento del trazo ocupan predios con vegetación y sin derecho de vía, los cuales si deberán solicitar la MIA, recordó.