Ginebra. Los flujos mundiales de inversiones extranjeras directas (IED) podrían caer 40 por ciento este año a causa de la pandemia de Covid-19, según un estudio publicado este martes por la ONU, que prevé que la recuperación llegará en 2022.
De acuerdo con la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), las inversiones extranjeras directas, que en 2019 fueron de 1.54 billones de dólares, caerán por debajo del umbral del billón de dólares en 2020, por primera vez desde 2005.
El próximo año todavía podrían registrar un descenso de entre 5 y 10 por ciento, mientras que la recuperación no se espera antes de 2022.
Las IED son las inversiones según las cuales una empresa adquiere un interés duradero en una entidad residente en otro país. Esta noción de interés duradero permite distinguir a las IED de los flujos puramente financieros, más oscilantes.
"La economía mundial está en una situación más grave que durante la crisis financiera de 2008", declaró el secretario general de la Unctad, Mukhisa Kituyi, en una rueda de prensa virtual.
"La pandemia representa un choque de la oferta, de la demanda y de las políticas para las IED", agregó.
El responsable explicó que la pandemia de Covid-19 golpeará duramente a las economías de los países en desarrollo, por los trastornos que ha creado en los principales sectores productivos e industriales, por la baja de los ingresos del turismo y de los envíos de remesas de los trabajadores migrantes, y por una contracción del comercio mundial.
"El choque se verá más agravado aún por el impacto en la seguridad alimentaria, pues la producción de los principales productos alimentarios está concentrada en unos cuantos grandes países, en los que la pandemia se expande", declaró, sin precisar cuáles.
En Asia, la pandemia precipitará previsiblemente la caída de los beneficios que suelen reinvertir las filiales extranjeras en la región, según la Unctad, que señala que la crisis puso de manifiesto la importancia de China y de otras economías asiáticas como centros de producción mundiales.
"Como vimos en el pasado, la inversión internacional jugó un papel de primer orden en la recuperación después de las crisis financieras mundiales", declaró a los periodistas James Zhan, director del departamento de Inversiones y Empresas de la Unctad.
Según él, la recuperación podría crear oportunidades para los países con ingresos medios, conforme se vayan regionalizando las cadenas de valor.
La Unctad indicó que los flujos mundiales de IED aumentaron 3 por ciento en 2019, tras haber registrado importantes caídas en 2017 y 2018. Esta alza se debe principalmente al aumento de los flujos hacia economías desarrolladas.