Ciudad de México. A raíz de la pandemia del Covid-19, el mundo virtual se agigantó, señaló Francisco Javier Acuña Llamas, comisionado presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Sin embargo lamentó que con el decreto de la austeridad republicana recientemente establecido “ha venido a delimitar, proscribir, adquisiciones en materia de telecomunicaciones e informática”.
Lo anterior dijo “esta misma pandemia va a provocar seguramente, el óbice, el badallar de una prohibición a los gastos, a la inversión más bien en tecnologías de la información y dispositivos para hacer fácil lo que era menos fácil, y para poder, sobre todo, tener contacto virtual, ese será un reto que tenemos que enfrentar juntos como Sistema Nacional de Transparencia”.
Al participar en los Diálogos Virtuales Región Norte “Nuevos Paradigmas hacia la Administración Pública Electrónica desde los Órganos Garantes de Transparencia”, convocó para que los órganos de transparencia sean centinelas de la veracidad de la información, ante la falta de liderazgo de las autoridades sanitarias.
“Lo que estamos viviendo, es un momento particularmente extraordinario del federalismo. Momentáneamente la falta de uniformidad y de liderazgo del encarado de la crisis sanitaria a nivel nacional generó temores, suspicacias e inconformidades de algunas regiones y no pocos estados, no pocos gobiernos han protestado señalando que preocupa enormemente la falta de directriz nacional, es decir la falta de directriz montada en la objetividad, en la certidumbre.
“El INAI no ha sido complaciente ni ha sido sumiso ante una trayectoria de una directriz informativa e informacional que corresponde a quien encabeza la crisis sanitaria y no a la población a la que por efecto y defecto de instrucción se le pueda ahora cobrar cada factura de haberse portado mal ante los riegos inminentes”.
Agregó que la pandemia dejará cicatrices en la población en muchos sentidos, no sólo en quienes hayan tenido la experiencia de enfermarse y de superarse. “Nos va a dejar cicatrices sociales, porque vamos a quedar afectados de paranoia e hipocondría. Vamos a quedar muy sensibles y va a ser muy difícil que a pesar de que se nos diga que la emergencia ya cesó de un día para otro, todo ya es nueva normalidad, nos costará a todos sumergirnos con enorme miedo a la piscina de la realidad”.