El volcán Popocatépetl se mantiene en calma y no presenta cambios significativos en la morfología de su cráter ni la presencia de un nuevo domo, que haga prever una erupción violenta en el futuro inmediato.
Con el apoyo de la Guardia Nacional (GN), personal del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y expertos del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizaron un sobrevuelo al volcán donde pudieron constatar estas condiciones.
El cráter interno mantiene un diámetro de 350 a 380 metros y la profundidad aproximada es de 100 a 150 metros, por lo cual los expertos consideran que podrían registrarse algunas explosiones que no excederán en magnitud a las observadas en las semanas pasadas.
Por todo ello, el Semáforo de Alerta Volcánica se mantendrá en el nivel Amarillo Fase 2, con lo que continúa la restricción de acceso en una zona de 12 kilómetros alrededor del Popocatépetl.