Al tocar el tema, el mandatario recordó que hubo muchos excesos en la creación de organismos, muchos innecesarios y casi todos muy costosos.

Aunque dijo que desconocía la iniciativa, se mostró en favor de ella, porque en estos aparatos pantalla, supuestamente independientes, se iba la mayor parte del presupuesto, por su abultada burocracia y elevados sueldos para los altos funcionarios. Y todavía se enojan porque no pueden ganar más que el Presidente de la República y presentan amparos, expresó al revelar que para ahorrar ha dejado pendientes unos 30 nombramientos.

En conferencia de prensa, destacó que el Ifetel tiene una araña en su estructura, con 30 direcciones generales –las cuales exhibió en el salón Tesorería de Palacio Nacional–, y ha avanzado muy poco en contra de los monopolios en la comunicación, para lo cual fue creado.

Pero el colmo para el jefe del Ejecutivo federal está en la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, porque fue una simulación. Se creó cuando la corrupción no era considerada delito grave y cuando más injusticias se cometían y más robaban. Funcionarios y los de la llamada sociedad civil buscaban, al final de cuentas, acomodarse en estos organismos.

El mandatario propondrá que haya una sala nacional, y no cinco salas regionales adscritas al Tribunal Federal de Justicia Administrativa, para resolver los casos de corrupción de los servidores públicos.

Mencionó como un asunto totalmente anormal que hubiera 338 fideicomisos para legalizar el saqueo, y aprovechó para llamar a los legisladores a resolver sobre estas figuras, porque para atender las necesidades económicas y sociales del país vamos a reunir alrededor de 250 mil millones de pesos que están dispersos, para no tener que solicitar deuda.

López Obrador también citó al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, con un presupuesto de más de mil millones de pesos al año, y al Instituto Nacional Electoral, el más costoso del mundo para la organización de elecciones. Además, agregó que en un sexenio se crearon como mil direcciones generales adjuntas.

En el sector energético, puntualizó, había cinco o seis organismos, como la CRE. Ahora se respeta que (sus directivos) no ganen más que el Presidente, pero antes se servían con la cuchara grande y autorizaban todas las operaciones fraudulentas, como lo de Fertimex y que se entregara gas a precios bajos, en condiciones leoninas, a Odebrecht.

Mencionó que los consejeros de Petróleos Mexicanos aprobaban todo, no nada más el director (de la empresa, sin mencionar a Emilio Lozoya).

Acerca de los nombramientos pendientes, López Obrador afirmó: “me doy mi tiempo, porque no cumplen una función básica… Voy esperando lo que me corresponde proponer al Senado, ya que por cada uno son, en términos generales, como 200 mil pesos mensuales”, mencionó.

Ojalá se queden los (organismos) indispensables, los que ayuden al bienestar del pueblo, no para dar trabajo a los amigos, a los familiares, a los compañeros de universidades que estaban de moda durante el periodo neoliberal, expresó.

La próxima semana dará a conocer el gran fraude que se cometió con las facturas falsas, por miles de millones de pesos, en detrimento de la hacienda pública. Había despachos con apoyo de gente influyente, concluyó.