Oaxaca, Oax., El gobernador Alejandro Murat Hinojosa lamentó el homicidio de Alexander Gómez Martínez a manos de un policía municipal de Acatlán de Pérez Figueroa. Puntualizó que se hará justicia y para ello la Fiscalía General del Estado (FGE) ya inició una investigación.
Se aplicará toda la ley sin titubeo en contra de los responsables
de la muerte del adolescente de 16 años de edad, quien tenía todo el futuro por delante
, advirtió el mandatario al condenar lo ocurrido la noche del martes en la agencia municipal de Vicente Camalote.
Criticó el desempeño de las policías municipales, las cuales, dijo, tienen carencias tanto de equipo como de capacitación, lo que deriva en que sean rebasadas por la delincuencia. Indicó que se busca el fortalecimiento de la policía estatal para que sea una corporación sólida que actúe en toda la entidad.
El mandatario planteó la posibilidad de desaparecer las policías municipales en los 570 ayuntamientos de la entidad. Señaló que tras este lamentable y desafortunado
suceso, se ha desplegado una fuerza integrada por la policía estatal, la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional a fin de resguardar el orden; se analiza también si se confisca el armamento de la policía de Acatlán de Pérez Figueroa.
En cuanto al agente que disparó a los jóvenes, informó que ya se encuentra bajo custodia; no obstante, la investigación que realiza la FGE podría llegar a los otros elementos que participaron en la agresión.
En tanto, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (Ddhpo) condenó enérgicamente
el crimen y anunció una investigación para esclarecer las circunstancias en que ocurrió el ataque, que además dejó herido a Carlos Ramos, también de 16 años, quien se encuentra hospitalizado.
Acatlán de Pérez Figueroa se ubica en la región de la cuenca del Papaloapan, considerada la zona más peligrosa del estado, a unos 377 kilómetros de la capital del estado, razón por la cual la Guardia Nacional tiene allí un puesto de vigilancia. Es gobernado por el panista Adán Maciel Sosa.
El crimen de Alexander, quien también tenía nacionalidad estadunidense, ocurrió cuando, junto con otras nueve personas, salía de una tienda y el uniformado pensó que portaba un arma
. Maciel Sosa dijo que no fue de mala fe
y que el responsable ya está a disposición de las autoridades.
El fiscal Rubén Vasconcelos explicó, con base en la declaración de los agentes, que los jóvenes viajaban en motocicletas y los uniformados, al tratar de detenerlos, chocaron con las motos, cayeron al suelo y el arma de uno de ellos se disparó accidentalmente
.
No obstante, el funcionario mencionó que las investigaciones han arrojado otras conclusiones. Por ello, se reúne toda la evidencia para presentar ante el juez una hipótesis de lo sucedido, que será sustentada por los descubrimientos de los peritos; asimismo, también se investiga si los uniformados trataron de sembrar un arma de fuego en el cadáver de Alexander.
En una misiva, la Ddhpo destacó que en astas situaciones es importante aplicar medidas de atención física y sicológica a los familiares de las víctimas, además de garantizarles acceso a la justicia.
El ombudsman Bernardo Rodríguez dijo que el organismo inició un expediente de oficio por la trascendencia de lo ocurrido y que ya solicitó a la fiscalía y al alcalde de Acatlán de Pérez Figueroa un informe detallado de lo acontecido con el propósito de esclarecer la muerte del menor.
Es lamentable, comentó, que la actuación de policías municipales siga violentando los derechos humanos de los ciudadanos de manera recurrente, tanto, que en los cinco años recientes, de las mil 400 quejas que hay contra esas corporaciones, 20 por ciento tienen que ver con la actuación de los agentes.
Este jueves, durante el sepelio, en medio de llantos, porras y aplausos, familiares y amigos de Alexander exigieron justicia y culparon de su muerte al alcalde y a su puta policía
.
Como aficionado al futbol y con la colaboración de sus amigos, Alexander metió un último gol. Mientras se dirigían al panteón, el cortejo fúnebre hizo una parada en una cancha de futbol.
Varios jóvenes bajaron el féretro de la camioneta, lo colocaron a un par de metros de la portería. En un saque de meta, uno de ellos hizo un pase a otro de sus compañeros, quien recibió el balón, disparó contra la caja, el esférico rebotó en la madera y entró al arco, en medio de la algarabía de los muchachos, quienes se lanzaron sobre la caja para festejar la anotación.
Rafael Ramos, padre de Carlos, el joven que resultó herido la noche en que asesinaron a Alexander, informó que el estado de salud de su hijo es estable y va mejorando, aunque precisó que le hacen falta más estudios médicos.
Refirió que le duele lo acontecido y que la situación en su comunidad es de mucha violencia; aclaró que tanto su hijo como Alexander son jóvenes de bien, que no consumen alcohol y su único propósito esa noche era convivir y divertirse.