Ciudad de México. La violencia y desatención a niños y adolescentes se agravarán por el confinamiento y la postpandemia de coronavirus, afirmó esta tarde el titular del Sistema Nacional de Protección de Niños y Adolescentes, Ricardo Bucio Mújica.
Durante una reunión virtual con la Comisión de Derechos de la Niñez de la Cámara de Diputados, afirmó que el principal reto de la niñez en la adolescencia en México no es la pandemia, sino la invisibilidad de que son objeto por parte de los adultos.
En su participación y al responder a preguntas de los legisladores reveló que entre marzo y abril 85 mil niños y adolescentes se quedaron sin cobertura de seguridad social, porque sus padres perdieron el empleo.
Bucio Mujica expuso que la pandemia puede traer una serie de riesgos y efectos secundarios para los menores de edad.
Entre estos citó aumento de violencia familiar, violencia sexual, carencias económicas, pérdida de la continuidad educativa, abandono o ausencia de redes de unidad o, ausencia de apoyo socioeconómico y espiritual, discriminación, pérdida de empleo, mayor exposición al consumo de violencia en medios y redes y posible conflictividad comunitaria.
Resaltó, por ejemplo, que los menores están consumiendo 30 por ciento más de televisión durante el confinamiento, y mayoritariamente en los horarios definidos en los lineamientos de clasificación para población adulta, donde hay exposición de escenas de violencia, drogas y sexo.
Citó que, conforme a encuestas de percepción y los datos de llamadas al número de emergencia 911, se incrementó la ansiedad y las denuncias y apertura de carpetas de investigación en las fiscalías de los estados y la Fiscalía General de la República por delitos cometidos contra niños, adolescentes y mujeres en casi todo el país.
“Es atípico que un municipio diga que no tiene aumento de violencia en casa, pero es generalizada y es de preocupación, tiene que ver en gran parte con el castigo corporal que no está en las denuncias, salvo cuando es grave y nos permite constatar las tendencias. Las lesiones en vivienda, a manos de personas que tienen parentesco y violencia económica y social son contra niñas y adolescentes, son casi 95 por ciento” de las llamadas.