Buenos Aires. El gobierno del presidente argentino, Alberto Férnández intervino hoy a la empresa cerealera Vicentin que está en proceso de convocatoria de acreedores, entre los que se encuentra el Estado argentino por millonarios préstamos fraudulentos otorgados durante el gobierno del derechista Mauricio Macri (2015-2019) y deudas con centenares de productores agrarios, que apoyaron la iniciativa oficial, como lo hicieron los empresarios aceiteros y los trabajadores sindicalizados.
Esta noche el mandatario estaba reunido en la residencia presidencial con el gerente de Vicentin, Sergio Nardelli, nieto del fundador de la empresa con el cual resolverá diversos temas pendientes .
La oposición promovió cacerolazos anoche en los barrios más ricos de Buenos Aires y movilizaciones contra la intervención en Avellaneda provincia de Santa Fe sede central la empresa Vicentín, mientras productores de la zona sur de la provincia apoyaron la decisión oficial, y advirtieron que la empresa “iba directo a la quiebra y al desguace en favor de grupos extranjeros”.
La propuesta coincidente del sindicato aceitero y de los productores federados del sur santafesino es que se forme una empresa mixta donde todos puedan tener participación, incluido los trabajadores.
El Banco de la Nación que estuvo expuesto a grave riesgo por los préstamos realizados por orden del gobierno de Macri a Vicentín que tiene una deuda de mil 300 millones de dólares, la mayoría de la cual se envió fuera del país, en una fuga escandalosa, también actuó ayer en representación propia y de las demás entidades públicas que son parte del concurso de acreedores y presentó ayer ante el juzgado civil y comercial de Fabián Lorenzini, un pedido de intervención judicial”. Se pide garantizar la continuidad de la actividad en las plantas y la preservación del patrimonio societario”
“En la actual situación, no hay otra alternativa viable que no sea la expropiación”, había dicho ayer Alberto Fernández a Nardelli , explicando además que es “la única alternativa para sostener los puestos de trabajo y mantener la expectativa de cobro de sus deudas para los dos mil 600 productores que quedaron comprometidas con el cese de pagos de Vicentin”.
El mandatario también sostuvo “yo no tengo interés de hacer algo oculto, estoy rescatando una empresa. Rescatando, esa es la palabra exacta. Porque cuando hablan de expropiación, que efectivamente es una expropiación, lo plantean como si se tratara de una empresa próspera”.