Boston/Londres/Bruselas. Las protestas por la muerte del afroestadunidense George Floyd han derivado en la destrucción de estatuas racistas y esclavistas en varias ciudades de Estados Unidos y Europa.
Una estatua de Cristóbal Colón fue decapitada en la noche del martes en Boston, última víctima del movimiento que exige la retirada de estatuas que consideran que simbolizan el racismo.
La estatua del navegante genovés que llegó a América en 1492 financiado por la Corona española se halla sobre un pedestal en el parque Cristóbal Colón, en el corazón de la ciudad.
Desde hace varios años era blanco de polémica, como otras estatuas de Colón en el país y en el mundo, y ya había sido grafiteada.
Otra estatua de Colón fue arrancada el martes de noche en Richmond, Virginia, y arrastrada hasta un lago, según el diario local.
El espectacular derribo por los manifestantes de la estatua en Bristol de un comerciante de esclavos del siglo XVII causó indignación en el gobierno británico, pero el alcalde de la ciudad afirmó que prefiere dejarla en un museo que reinstalarla.
"DERRÍBENLAS TODAS. En todas partes", escribió en Instagram el seis veces campeón de Fórmula 1 Lewis Hamilton, que afirmó estar "orgulloso" de los manifestantes que atacaron la estatua de bronce de Edward Colston, erigida en 1895 en una calle que lleva su nombre en esa ciudad del suroeste de Inglaterra.
El domingo fue arrancada de su pedestal por personas que protestaban por la muerte de George Floyd.
La ciudad belga de Amberes (norte) retiró ayer una estatua vandalizada del ex rey Leopoldo II, controvertido personaje del pasado colonial de Bélgica, en plena ola de protestas antirracistas en el mundo.
"La estatua fue severamente vandalizada la semana pasada y será restaurada por el Museo de Escultura al Aire Libre de Middelheim", dijo Johan Vermant, vocero del burgomaestre de Amberes.