Nueva York. El alzamiento civil que ha tomado las calles durante más de dos semanas está logrando más cambios en los derechos civiles en unos días que en los últimos años, sacudiendo la cúpula política de ambos partidos, derrumbando estatuas de racistas y poniendo bajo sitio a Donald Trump.
En una audiencia ante el Comité Judicial de la cámara baja, el hermano de George Floyd, cuyo asesinato por un policía blanco hace dos semanas detonó el movimiento de protestas más amplio en décadas, declaró, después de describir el dolor de su familia: “Estoy cansado, estoy cansado del dolor que estoy sintiendo ahora y estoy cansado del dolor que siento cada vez que otra persona negra es asesinada por ninguna razón. Estoy aquí hoy para pedir que ya pongan fin a esto. Pongan fin al dolor. Paren nuestro cansancio” y agregó: “La gente marchando en las calles les está diciendo, ya basta”.
Esas marchas continuaron en las calles y tienen diversas expresiones, incluyendo el baile (bomba, electric slide, cupid shuffle, bailes de Senegal, twerking en Nueva Orleáns, y hasta un grupo mexicano que dice que hace danza nahua), como también marchas en bicicleta.
Y continuaron cayendo estatuas -ahora le tocó a Cristóbal Colón. Una estatua de Colón fue tumbada hoy en Minneapolis; ayer manifestantes tumbaron otra en Richmond en Virginia y la tiraron a un lago, mientras que en Boston una estatua de Colón fue decapitada.
En el Capitolio, la presidenta de la cámara baja Nancy Pelosi solicitó remover las estatuas de 11 figuras históricas de la Confederación -los estados sureños que intentaron separarse de la unión americana en parte para mantener la esclavitud detonando la Guerra Civil en el Siglo 19- declarando que esos monumentos “honran el odio, no el legado”.
Se multiplicaron anuncios de nuevas regulaciones, proyectos de ley, y más para reformar la seguridad pública y las tácticas y rendimiento de cuentas por las fuerzas policiacas en varias partes del país. Hasta la Casa Blanca anunció que está formulando algunas propuestas para reformar el comportamiento de los policías.
Pero hay límites. Trump frenó hoy cualquier intento de cambiar el nombre de varias bases militares con nombres de figuras de la Confederación algo que el secretario de Defensa y el secretario del ejército estaban dispuestos a contemplar. El comandante en jefe escribió por tuit que esas bases militares “se han vuelto el gran legado americano, y una historia de ganar, victoria y libertad”.
Mientras tanto, el gobierno de Trump continúa insistiendo en que su prioridad es “la ley y el orden” -algo que ya se volvió consigna electoral- y siguió justificando el despliegue de fuerzas federales contra la ola de protesta de sus ciudadanos. En una carta de respuesta a la alcalde de Washington DC, el procurador general William Barr afirmó que imágenes de televisión a fines de mayo “presentaron la impresión de que Estados Unidos estaba al borde de perder control de su ciudad capital”. Por ello, argumenta, el presidente ordenó el despliegue de más integrantes de la Guardia Nacional para poner fin a “los disturbios, para que las funciones del gobierno federal continuaran y para que se restaurara la ley y el orden en la capital nacional”.
Por otro lado, su secretario de Estado envío este miércoles un comunicado a todo el personal de esa dependencia sobre el caso de Floyd y sus implicaciones para la diplomacia estadunidense. Argumentó que “nuestros propios disturbios cívicos nos ofrecen una oportunidad extraordinaria para contar nuestra historia en el extranjero: la respuesta estadunidense a eventos en estas últimas semanas representan un contraste marcado a lo que sucede en regímenes totalitarios alrededor del mundo”.
Agregó que “tenemos que rechazar inequívocamente las falsas acusaciones -muchas de ellas vil propaganda emanada desde China, Irán y otras autocracias- cuestionando la credibilidad de Estados Unidos en promover los derechos humanos y la democracia en el extranjero”, reportó Político.
Por pronto, el nivel de aprobación de Trump se desplomó 10 puntos en un mes, según la encuesta más reciente de Gallup, a 39 por ciento con un 57 por ciento desaprobando (un incremento de 9 puntos).