Ciudad de México. La puesta en marcha del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en tres semanas no será un detonante para la reactivación de la actividad en México, pues retomar los ritmos de crecimiento que se tenían al menos en 2018 tomará hasta 6 años, adelantó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
“La puesta en marcha del T-MEC no le dará un impulso a la reactivación de la economía. No es algo nuevo, y está el tema del Covid-19. Quizá si no se hubiera atravesado la pandemia sí hubiéramos visto un impulso en la Inversión Extranjera Directa (IED), de por sí con el coronavirus vemos que la IED va para abajo”, aseguró la economista en videoconferencia.
Señaló que el único segmento que se puede ver apalancado por la entrada en vigor del tratado comercial es la industria automotriz, pero temas como las políticas públicas del gobierno actual incrementan la percepción de riesgo para invertir en México, junto a la crisis global del Covid-19.
“No habrá un impulso instantáneo, en términos de producción sí, la industria automotriz podría ser la más beneficiada, hay un cambio en los patrones de consumo, vemos que en términos de movilidad la gente no quiere viajar en transporte público, y ahí puede repuntar la industria automotriz pero no será inmediato”, apuntó.
Crecimiento tardará 6 años en recuperar el ritmo
Siller detalló que la caída en el Producto Interno Bruto (PIB) y la pérdida de empleos que se tienen actualmente por la pandemia causará que el país tarde 6 años en recuperarse y retomar los ritmos de crecimiento que se tuvieron hasta 2018, pues los empresarios no cuentan con la confianza necesaria y el consumo se ha visto afectado ante la falta de liquidez de las familias.
“Pensábamos que el PIB podría recuperarse el próximo año a una tasa del 2 por ciento, lo que nos ponía en un escenario de cuatro años, pero en la medida que seguimos viendo indicadores económicos muy malos a pesar de los relativamente buenos en Estados Unidos, nos lleva a pensar que la recuperación en el país podría llevarnos más tiempo, hasta seis años", declaró.
La economista en jefe de Banco Base explicó que junto a la falta de confianza de empresas y consumidores, existe la posibilidad de que la Inversión Fija Bruta reduzca su proporción sobre la economía nacional y hay un riesgo que el gobierno tenga un subejercicio en la erogación del gasto público, hecho que detiene la actividad.
Actualmente, refirió, una de las mayores preocupaciones que se tienen es la falta de apoyos fiscales que se han tenido por parte de la administración. Sería de esperar que en 2021 el país tenga una tasa de expansión de 1.5 por ciento, aunque dicho estimado puede seguir con revisiones a la baja.
“Una mayor demanda de autos desde Estados Unidos pudiera generar una recuperación en la industria automotriz en el terreno doméstico, y esto ayudaría a la reactivación, porque favorece al sector terciario, de comercio y servicios”, precisó.
Banco Base prevé que como consecuencia de la crisis, en el país se perderán 1 millón 500 mil empleos que la contracción económica sea superior al 8 por ciento. El Banco de México (BdeM) considera que hay tres escenarios para la actividad, y el más catastrófico anticipa una caída de 8.8 por ciento.
“Es necesario recuperar la confianza empresarial para que haya una mayor reactivación...históricamente los empleos de menor salario son los que se destruyen más fácilmente, pero más tarde, son los que pueden recuperarse más rápidamente”, añadió Siller.