Ciudad de México. La contracción mundial, la baja en el turismo, el descenso en los precios de petróleo y las medidas de confinamiento implicarán que la economía mexicana caiga 7.5 por ciento este año y la tasa de desempleo avance a 6 por ciento, informó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En resumen “la pandemia empujará a la economía a una grave recesión en 2020”, informó el organismo.
Eso en el mejor de los escenarios. De haber un segundo brote de la Covid-19 antes de que termine este año, el organismo pronostica que la contracción llegue hasta 8.6 por ciento y el desempleo avance a 6.3 por ciento. En todos los casos, los primeros afectados serán los más pobres, acotó.
Ello se da en el marco de un deterioro general para la economía mundial. “Con o sin un segundo brote, las consecuencias serán graves y duraderas”, destacó la organización en la presentación del Panorama Económico. Prevé que la actividad económica mundial caiga 6 por ciento con lo visto hasta ahora y con un segundo brote llegue a 7.6 por ciento. Los países más afectados serán España –con un rango de contracción de 11.1 a 14.4-; Francia de -14.1 a -11.4; y Reino Unido de -14 a -11.5 por ciento.
En el caso de México, el organismo destacó que si bien el país ha adoptado medidas fiscales, financieras y monetarias, son necesarias más. El margen fiscal es limitado, “pero dada la gravedad de la recesión”, también son necesarios recursos para garantizar ingresos de trabajadores formales e informales, “así como en evitar que desaparezcan empresas viables”.
La OCDE detalló que el impulso de la inversión privada será fundamental para lograr una recuperación rica en creación de empleo, lo que exigirá reducir la carga e incertidumbre regulatorias.
Dado los dos escenarios que usó la OCDE para realizar sus proyecciones, en el primer caso, cuando la economía se desploma 7.5 por ciento, la recuperación en 2021 sería de 3 por ciento. En el segundo, con una baja de 8.6 a lo largo de 2020, la expansión del siguiente año sería 2 por ciento.
En ambos escenarios, la caída del producto interno bruto (PIB) nominal, la depreciación del peso y la reducción de los ingresos harán que la medida oficial de la deuda pública supere el 55 por ciento del PIB, acotó la organización.