una recesión más profunda que la causada por la crisis financiera global de 2008-2009 y la de deuda latinoamericana de la década de 1980, subrayó.
En ese contexto, según el organismo, México se contraerá 7.5 por ciento este año; su economía será fuertemente golpeada desde múltiples ángulos
, entre ellos difíciles condiciones financieras, derrumbe de los precios del petróleo y de las exportaciones, parálisis del turismo y restricciones a la movilidad para reducir la velocidad a la que se propaga el Covid-19, agregó.
En el informe Perspectivas económicas mundiales, el BM estima una caída de 5.2 por ciento de la actividad económica internacional y de 6.2 del producto interno bruto (PIB) per cápita. Esta última será la baja más aguda desde la Segunda Guerra Mundial, pero en cuanto al número de países que resentirán la crisis en riqueza por habitante, el precedente más cercano es 1870.
A pesar del apoyo sin precedente a la política macroeconómica, la proporción de países que experimentan contracciones en el PIB per cápita alcanzará su nivel más alto desde 1870.
Desde ese año la economía global ha experimentado 14 recesiones mundiales y en cada uno de esos episodios la riqueza por habitante cayó. La crisis actual amenaza con reducir ese indicador en más de 90 por ciento de las economías del planeta, incluso más que el 85 por ciento de la Gran Depresión.
Para América Latina, donde el BM prevé el mayor deterioro en crecimiento, estima: Brasil, contracción de 8 por ciento; Argentina, 7.3; Perú, 12; Chile, 4.3, y Colombia, 4.9.
Belice, 13.5; El Salvador, 5.4; Guatemala, tres, y Honduras, 5.8. Para Guyana –donde despunta la industria petrolera– hay una previsión de crecimiento de 51.1.
Los avances recientes de la región en cuanto a alivio de la pobreza y desigualdad podrían estar en riesgo
, advirtió. Y recalcó que es la informalidad generalizada
la principal limitante para que los programas sociales tengan efecto. Además, el endeudamiento en 2020 aumentará la presión al sector financiero y podría causar problemas en el servicio de la deuda, debido al alza de las tasas de interés en la recuperación.
Para las economías de ingresos altos se prevé una contracción de 7 por ciento –Estados Unidos, 6.1; zona euro 9.1, y Japón, 6.1–, mientras que para las emergentes y en desarrollo se estima en 2.5, con China creciendo a uno por ciento en 2020.
Esta es una perspectiva profundamente aleccionadora, pues es probable que la crisis deje cicatrices duraderas y plantee importantes desafíos mundiales
, comentó al respecto Ceyla Pazarbasioglu, vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del BM.
Para 2021 el organismo calcula que México crecerá 3 por ciento, América Latina 2.8 y la economía mundial 4.2.