El artista sonoro, músico y promotor cultural Rogelio Sosa, quien musicalizó la película silente Límite, del director brasileño Mario Peixoto, sostiene que la música experimental es de suma importancia porque además de crear un sonido propio, le brinda herramientas personales que le permiten expresarse.
“Me parece importante encontrar formas en las que podamos expresarnos y herramientas para nuestra música; en mi caso encontré un sistema muy particular que consiste básicamente en una matriz de retroalimentación, con la que genero feedback de manera deliberada que es controlado, procesado y transformado con la ayuda de pedales”, explicó el músico.
Como parte del ciclo Laboratorios Sonoros de la Dirección de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México, Sosa ofreció una charla en internet sobre la intervención sonora que hizo a la cinta Límite, que será transmitida en la cuenta de Facebook de Música UNAM (https://www.facebook.com/musicaunamdgm/ ) este 11 de junio a las 21 horas.
La obra de Rogelio Sosa se desarrolla en dos terrenos: la música y el arte. En el arte ha incusionado en la instalación sonora y el performance, mientras que en la música le interesa la composición electroacústica, así como la improvisación con medios electrónicos.
“Una parte importante dentro de mi trabajo musical es la creación musical y sonora, también la colaboración con medios audiovisuales. He realizado mucha música para películas, para videos y últimamente he estado muy interesado en la intervención de las películas silentes.
“Desde hace mucho tiempo tenía la idea de remusicalizar y revisitar películas que no contaban con sonido original. La primera película que intervine musicalmente fue Begotten, de Elías Merhige, y hace unos meses, en febrero, tuve una comisión para la décima edición del Festival Internacional de Cine de la UNAM donde presentamos La edad de oro, de Luis Buñuel remusicalizada. Esta vez voy a trabjar y revisitar sonoramente una película que me parece muy interesante e importante que se llama Límite de Mario Pexioto, una cinta de 1930”.
Sobre el filme que el público podrá ver este jueves como parte de Laboratorios Sonoros, Sosa comentó que la película tiene un planteamiento fotográfico muy interesante y la escogió por el “tipo de secuencias y planos que maneja. Es una cinta de dos horas que da mucho tiempo para explayarse; es una película contemplativa, es un drama de tres personajes que están en un bote en altamar y empezamos a ver un poco su pasado y tratar de entender qué hacen ahí”.
De acuerdo con el artista sonoro, las secuencias largas en la cinta le permitieron extenderse en el tipo de música que realiza. “Estoy interesado en desarrollos orgánicos y procesos que toman mucho tiempo a nivel musical. Para hacer la música he desarrollado desde hace muchos años un sistema personalizado para la generación sonora”.
Explicó que cuenta con una matriz de retroalimentación, en la que genera feedback al conectar la entrada y la salida de una consola y el tono generado es multiplicado en la matriz y transformado en una masa sonora mucho más compleja y más rica.
“La razón -añadió Sosa- por la que decidí utilizar este sistema para musicalizar la película Límite es que permite mucha intereacción en tiempo real para hacer la música, básicamente lo que hice fue correr la cinta e improvisar sobre ella al mismo tiempo que la veía. Esto me permitió mucha reactividad e intereacción con lo que sucedía”.
Explicó que con su sistema de retroalimentación se producen cambios y transformaciones texturales adecuados a la temporalidad y emotividad que la película sugiere.
La obra de Rogelio Sosa transita libremente entre la composición, la experimentación musical, el performance y la instalación. Fue subdirector y director del Festival Radar entre 2004 y 2009 y curador de arte sonoro en Ex Teresa Actual. Desde 2010 es director del Festival Aural de la Ciudad de México.