Ciudad de México. Un centenar de jóvenes encapuchados realizaron una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo, y de ahí a la Fiscalía General de Justicia, para supuestamente protestar por la agresión policiaca que sufrió Melanie en una manifestación en Polanco, el viernes pasado, aunque en las cuatro horas que duró, y que incluyó saqueos y actos de vandalismo contra monumentos y mobiliario urbano, el nombre de la joven no fue mencionado.
Los representantes de los medios de comunicación nuevamente fueron víctimas de agresiones e intentos de robo de sus equipos, como fue el caso de la reportera gráfica de esta casa editorial, María Luisa Severiano; mientras a otros los persiguieron por grabar sus desmanes.
Las autoridades capitalinas informaron que no hubo detenidos, pero se evitó la confrontación entre manifestantes y policías
, al ubicar a los mil elementos desplegados en calles aledañas al paso de la marcha y atrás de los tapiales que resguardaban el Palacio de Bellas Artes y la calle Francisco I. Madero.
La marcha se inició a las 14:45 horas; algunos de los pocos asistentes portaban tubos, martillos, mazos y cadenas con los que rompieron los cristales de las estaciones del Metrobús, que suspendió su servicio del Metro Hidalgo a Campo Marte, y de Puente de Alvarado a La Merced, en ambos sentidos.
Además, reventaron los vidrios de los negocios ubicados en Reforma y al llegar a la glorieta de Colón arremetieron contra una sucursal Starbucks, la cual saquearon, y rompieron cristales de negocios del hotel Fiesta Americana.
Unos metros adelante retiraron los tapiales que resguardaban la sucursal de Banamex y rompieron sus cristales, ante el asombro de algunos transeúntes que corrieron hacia la calle Lafragua para protegerse, mientras otro grupo realizaba pintas.
Diversas estatuas y jarrones fueron grafiteados sin que ningún policía lo impidiera, como tampoco el retiro de señalamientos viales de metal, que les sirvieron para romper los cristales de las tiendas Oxxo ubicadas en avenida Juárez, 5 de Mayo y 5 de Febrero.
Con los mismos objetos derribaron también los tapiales que resguardaban al Hemiciclo a Juárez, donde con tubos y mazos lo dañaron y grafitearon. Lo mismo intentaron hacer en el Palacio de Bellas Artes, pero detrás de los tapiales metálicos una valla de uniformados con escudos lo impidió.
Los edificios del Banco de México no corrieron la misma suerte, pues sus tapiales fueron retirados y sirvieron a los jóvenes para formar una barricada en el cruce de la calle 5 de Mayo y el callejón de La Condesa, para después continuar su camino.
A lo largo de la marcha utilizaron extintores y cohetones para impedir ser grabados cuando saqueaban una tienda de conveniencia, de donde se llevaron cervezas, botanas, agua y hasta celulares, y una Adidas, donde sustrajeron ropa y otros artículos. Con mazos y tubos destruyeron cámaras de vigilancia privada para evitar su identificación.
Ante ello, comerciantes de la zona exigían a un integrante de la Brigada de Paz Marabunta actuar contra los actos de vandalismo que cometían, quien hizo caso omiso.
Tras permanecer en el Zócalo alrededor de 40 minutos –cuya estación del Metro fue cerrada–, algunos jóvenes se cambiaron y retiraron de la marcha, y otros hicieron una parada frente al edificio del Antiguo Palacio del Ayuntamiento para después caminar hacia la Fiscalía General de Justicia.
Los saqueos de tiendas de conveniencia y las pintas continuaron hasta la calle Gabriel Hernández, donde se ubica la dependencia, cuyos cristales fueron rotos y sus paredes pintadas con leyendas contra el abuso policial y el nombre de Melanie.
A las 18:41 horas, los jóvenes se retiraron y una brigada de trabajadores de limpia, que los siguieron durante su marcha, iniciaron el retiro de los destrozos que ocasionaron.