Ciudad de México. Los daños causados por actos vandálicos durante la marcha que tuvo lugar el martes agravan la crítica situación que viven los comercios establecidos, advirtieron las Cámaras Nacional de Comercio (Canaco) y de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) en la Ciudad de México.
Las pérdidas estimadas por los daños causados a los establecimientos durante los días 5 y 8 de junio, durante las protestas por la brutalidad policiaca, indicaron, ascienden a alrededor de 92 millones de pesos; de acuerdo con los datos emitidos por la Canaco las pérdidas para los establecimientos comerciales en estos dos días ronda los 22 millones de pesos.
En tanto el pequeño comercio representado en la Canacope reportó afectaciones directas e indirectas a alrededor 10 mil 200 comercios por las actividades realizadas los días referidos, lo que representa una perdida aproximada de 70 millones de pesos.
Eduardo Contreras Pérez, líder de la Canacope, señaló, que esta situación, es bastante desalentadora y preocupante pues a la situación que enfrentan por la emergencia sanitaria se suma esta lista las afectaciones.
La perspectiva económica para las pymes en estos momentos se vuelve más crítica, ya que “adeudos por el confinamiento sanitario, cuentas por pagar, falta de financiamiento, poco personal, adeudos por préstamos, bajas ventas y daños a su patrimonio son sólo algunos de los factores con los que tendrán que lidiar para permanecer activas en la nueva normalidad”.
Indicó que apoyan la libertad de expresión sin embargo, “no consideramos sano exigir justicia dañando el patrimonio de otros habitantes con actos vandálicos y poniendo en riesgo la vida de más ciudadanos, reporteros o transeúntes”.
En el mismo sentido se pronunció Nathan Poplawsky Berry, quien, agregó, que la libertad de expresión es un valor esencial de las democracias, sin embargo, “nos oponemos a que la protesta pública derive en actos que desvirtúen propósitos que pueden ser legítimos. Nos oponemos a que los comerciantes y sus empleados sigan siendo el centro de los ataques”.
Consideró que las fuerzas de seguridad, “deben actuar con base en un protocolo de uso legítimo de la fuerza y no abusar de la misma. Pero en ningún caso debe impedirse su actuación cuando las manifestaciones sean aprovechadas por grupos vandálicos para cometer ilícitos”.