Xalapa, Ver. Familiares y amigos de Carlos Andrés Navarro realizaron una marcha por las principales calles de la capital del estado para exigir a las autoridades que se investiguen la muerte del joven de 33 años, ocurrida el 2 de mayo en el interior del Cuartel de Policía de San José.
Navarro fue detenido en el exterior del fraccionamiento Los Cántaros, por presuntas “faltas administrativas”. Después de someterlo, los uniformados lo llevaron hasta el Cuartel San José, donde perdió la vida. El dictamen médico que se entregó a sus familiares indica que el hombre falleció a causa de un infarto. Sin embargo, los parientes desconfían de este diagnóstico, pues el cuerpo de Carlos Andrés presentaba múltiples huellas de golpes.
Indignados por lo ocurrido, familiares y amigos del hombre – que era serigrafista– marcharon este lunes desde la calle Villahermosa hasta las instalaciones del Cuartel San José para exigir a la titular de la Fiscalía General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, y a la presidenta Comisión Estatal de Derechos Humanos, Namiko Matzumoto Benítez, que investiguen las circunstancias de la muerte de Carlos Navarro.
Grupos de “anarcos” piden justicia
De forma paralela a la marcha de los familiares y amigos de Carlos Andrés Navarro, un grupo de personas encapuchadas que se autodenominaron “anarcos”, y varias mujeres que se identificaron como “feministas” también protestaron por las principales calles de Xalapa para exigir justicia por la muerte de éste joven, y la de Giovanni López, presuntamente asesinado a manos de policías en Jalisco.
Los integrantes de esta marcha, la mayoría de ellos vestidos de negro y encapuchados, realizaron destrozos en los establecimientos comerciales, iglesias, la Torre de Seguridad Pública y Palacio de Gobierno.
“Esto no es violencia, esto es resistencia”, “nosotros rompimos unos vidrios, pero la policía acaba con vidas humanas”, fueron algunas de las consignas que gritaron durante la manifestación.
Los inconformes rompieron vidrios en un par de casas de empeño; quebraron las puertas de madera de un templo católico; destrozaron las puertas de dos bancos y dañaron los aparadores de una tienda departamental.
Al llegar a la Torre de Seguridad Pública, los manifestantes rompieron cristales de las oficinas, y tuvieron un intercambio verbal con algunos trabajadores que estaban en la recepción de la dependencia pública.
En Palacio de Gobierno, las personas encapuchadas realizaron pintas en las que se leía “la policía mata”, “feminicidios”, “violaciones” e incluso prendieron fuego a una puerta de madera (cuyo fuego fue apagado por personal de gobierno).
En ningún momento elementos de la Secretaría de Seguridad Pública intervinieran para evitar destrozos.
Los manifestantes llegaron hasta la Plaza Lerdo, frente a Palacio de Gobierno, donde extendieron sus mantas de protesta.