Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, destacó que el nuevo lineamiento emitido por la OMS nos pone una serie de elementos que nos hacen ver posibles usos y beneficios, pero también grandes limitaciones, pues el cubrebocas puede generar una falsa sensación de seguridad, ya que no es una barrera de protección absoluta y si no se usa correctamente, incluso puede contribuir al contagio, aunque insistió, quien quiera, que lo use.

En la conferencia vespertina para dar a conocer el avance del nuevo coronavirus en México se informó que los casos acumulados de Covid-19 sumaban 113 mil 619, con 3 mil 593 notificados en las últimas 24 horas, frente a los 4 mil 346 reportados el viernes, mientras los decesos acumulados se elevaron a 13 mil 511, es decir, 341 casos más notificados, aunque representan una cifra menor a los 625 fallecimientos comunicados un día antes.

Alethse de la Torre Rosas, directora general del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida, dio una explicación de la posible efectividad, uso y materiales de los cubrebocas.

Tras detallar los diversos mecanismos de transmisión del virus responsable del Covid-19, como las gotas microscópicas que se producen al hablar, toser o estornudar; al estar en contacto con superficies contaminadas y por aerosoles que emiten pacientes a quienes se realiza alguna maniobra clínica, como la intubación, indicó que los propios lineamientos emitidos por la OMS reconocen que aún no se cuenta con toda la base científica sobre su impacto por uso generalizado de estos instrumentos, pero propone su empleo sobre todo en espacios públicos donde no se pueda guardar la sana distancia.

De la Torre destacó que, como establece la normativa vigente en México, hay una clasificación para el uso de cubrebocas para el personal de salud, ya que quienes están expuestos a aerosoles de pacientes son quienes deben usar las mascarillas N95, con sellado hermético, no así la población en general que no está expuesta a este riesgo de contagio.

Explicó que el uso de cubrebocas desechables debe estar estrechamente vinculado a la aplicación de las medidas de higiene sanitaria, como el lavado de manos o la desinfección con gel antibacterial; eliminar todo contacto con ojos, nariz y boca; y descartarlo de forma correcta; en el caso de los cubrebocas de tela, indicó que su efectividad, que puede ir del 0.7 al 60 por ciento, depende de los materiales y su capacidad de filtrar el virus, así como de una adecuada desinfección diaria del mismo.