Nueva Orleans. Lluvias azotaron el domingo la costa estadunidense del Golfo de México antes de la llegada de la tormenta tropical Cristóbal, que de antemano provocó un tornado en Florida y amenaza con causar otros junto con fuertes vientos y marejadas.
Los caminos se inundaron en las costas de Luisiana y Mississippi, y miles de personas se quedaron sin servicio eléctrico incluso antes de que la tormenta tocara tierra. Se anticipaba que la tormenta llegara a territorio estadunidense la noche del domingo, si bien no se prevé que alcance fuerza de huracán.
Los meteorólogos advirtieron que la tormenta podría afectar una vasta área de aproximadamente 290 kilómetros del este hacia Florida. Pero pronostican que el mayor impacto será en el sureste de Luisiana y el sur de Mississippi, donde algunas zonas podrían recibir hasta 30,5 centímetros de lluvia y marejadas de varios centímetros de altura. También podrían presentarse tornados.
“Es una lluvia muy eficiente, muy tropical”, destacó el director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham, en un video difundido por Facebook. “Llueve en grandes cantidades con mucha rapidez”.
En la evacuada Grand Isle de Luisiana, una carretera terminó bajo el agua y gran parte de la isla se quedó incomunicada, dijo el concejal de la municipalidad de Jefferson, Ricky Templet, al periódico The Times-Picayune/New Orleans Advocate.
Templet planea permanecer en la isla durante la tormenta y agregó que no había visto un nivel de agua tan elevado desde un huracán en 2012.
La Junta de Drenaje y Agua de Nueva Orleans informó que el sistema de drenaje de la ciudad tiene límites y es viejo, por lo que pidió a la población evitar el uso de pasos subterráneos y zonas bajas en que el agua puede inundar algunas calles.
En Biloxi, Mississippi, un muelle quedó prácticamente bajo el agua el domingo por la mañana. Chubascos con vientos de tormenta tropical habían llegado a la desembocadura del Río Mississippi y se esperaba que las condiciones empeoraran, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.
Los vientos máximos sostenidos de Cristóbal se mantenían en 85 kilómetros (50 millas) por hora mientras la tormenta avanzaba hacia el norte a 19 kilómetros (12 millas) por hora.