San Cristóbal de Las Casas, Chis. La indígena Marcela Hernández Pérez, de 50 años de edad, desplazada desde hace más de cuatro años del ejido Puebla, municipio de Chenalhó, quien murió el pasado jueves en un albergue, fue sepultada la tarde de ayer sábado en el panteón municipal, ubicado en la cabecera, informó el director del Centro de Derechos Humanos Ku’untik, Diego Cadenas Gordillo.
Dijo que los familiares y amigos de Marcela –quien murió hace tres días por causas no especificadas en el albergue ubicado en San Cristóbal de las Casas, donde se encontraba junto con 253 personas más– habían pedido que se les permitiera sepultarla en el ejido Puebla, pero los pobladores se opusieron.
Añadió que después de la intervención de autoridades estatales, se logró que el alcalde de Chenalhó, Abraham Cruz Gómez, primo de Mariano Gómez Sántiz, esposo de Marcela, aceptara que fuera enterrada en el panteón municipal.
Explicó que el entierro se realizó a las 14 horas, con la presencia de familiares y amigos que se encuentran en el campamento, ya que no han podido regresar a sus casas, desde finales de mayo de 2016 cuando 254 personas fueron desplazados por diferencias políticas con la entonces alcaldesa Rosa Pérez, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Comentó que todo transcurrió en tranquilidad, sin que se reportaran incidente, ya que se había pedido a las autoridades que otorgaran las garantías necesarias.
Según testimonios de los asistentes al sepelio, el alcalde “sintió la pérdida porque es primo del viudo”.
Cadenas Gordillo dijo que el gobierno del estado “dio un recurso para el funeral y parece que el alcalde de Chenalhó dio un apoyo económico a la familia, pero no se la cantidad”.
Manifestó que una vez que concluyó el entierro, los desplazados regresaron al campamento ubicado en San Cristóbal donde permanecen, con la demanda de que sean creadas las condiciones para su retorno definitivo al ejido Puebla.