Un grupo multinacional de académicos, intelectuales y activistas, apoyado por la Unión Europea y dos instancias de la Organización de Naciones Unidas (ONU), promoverá la próxima semana un manifiesto para que Internet se convierta en derecho humano universal.
Así adelantó a La Jornada el médico español José Ramón Calvo, presidente de relaciones internacionales de la Real Academia Europea de Doctores y promotor de esa iniciativa al lado de su connacional, la jurista Teresa Freixes.
Tal propuesta, explica, se derivó de la publicación hace unos días del libro La gran pausa: gramática de una pandemia (Malpaso), del que él es coordinador y para el cual invitó a una serie de especialistas a reflexionar sobre el impacto del Covid-19 en los ámbitos de la salud, la política, la economía, la educación, el mundo empresarial y la comunicación.
“El manifiesto, espero, saldrá la próxima semana; contamos con el apoyo de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la Unión Europea (UE) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, entre otras organizaciones internacionales.
Buscamos que el acceso a Internet sea libre y que, además, se integre un fondo de donantes formado por compañías proveedoras de señal y de equipos de cómputo”, detalla.
El propósito es que no haya ningún niño ni adolescente que en una situación parecida a la actual pandemia no pueda seguir su formación académica y escolar porque carezca de acceso a un sistema para estar en contacto con el mundo. En España ha pasado con 10 por ciento de los niños, pero en otros países el porcentaje ha sido infinitamente más grande.
En entrevista telefónica desde Barcelona, España, donde reside, José Ramón Calvo comenta que el libro La gran pausa... es un ejercicio de análisis y reflexión sobre la actual pandemia hecho casi en tiempo real, pero con la idea de que tenga trascendencia en el futuro, que dentro de cinco años pueda leerse y tener aún valor y actualidad.
Consta de 13 ensayos en los cuales participan destacadas figuras del ámbito político, académico, económico y social de diversas nacionalidades y generaciones, entre ellos el médico argentino Ernesto Kahan, Nobel de la Paz, y la ex presidenta de Ecuador, Rosalía Arteaga.
"Es un libro poliédrico, polifónico y coral, que engloba miradas y tonos distintos de especialistas que desde sus diferentes campos de acción reflexionan sobre cómo este nuevo virus afecta el presente y condicionará el futuro. Se logró un texto que trata de ser uniforme y un canto de esperanza dentro de los dramas que hemos vivido, y de la cantidad de cosas que nos quedan por hacer y aprender".
De acuerdo con el médico, quien fue asesor de la Secretaría de Salud en el sexenio de Vicente Fox, la actual pandemia ha evidenciado, antes que nada, lo frágiles que somos los seres humanos y nuestras sociedades.
Lecciones de la crisis
Es increíble que una partícula que ni siquiera tiene vida propia y necesita de otras células para vivir, cuyo diámetro es 900 veces menor que un cabello humano, haya volteado al mundo y provocado tantos cambios en tan corto tiempo.
Una de sus principales lecciones, subraya, es que bajo ningún concepto los Estados y gobiernos deben restringir la inversión en salud, educación ni investigación.
Otra, añade, es que no podemos permitir que las personas mayores mueran de la forma en que lo han hecho, sin protección y teniendo que ser puesto en consideración si vivían o morían en función de que hubiera alguien más joven a quien se pudiera beneficiar de los sistemas de atención, porque no había para todos
.
Una más de las enseñanzas, agrega, es que debemos estar preparados contra el enemigo silencioso e invisible. La del Covid- 19 puede ser el punto de partida de otras circunstancias similares. Hay muchos virus cuya existencia desconocemos, pero sabemos que existen; la naturaleza tiene todavía unos cuantos escondidos por allí que pueden pasar al ser humano, como ocurrió ahora
.
Luego de resaltar que esta pandemia ha permitido ver comportamientos heroicos, pero también miserables, José Ramón Calvo expresa su optimismo en cuanto al futuro inmediato.
“Se conseguirá salir adelante de esto, la vacuna llegará y, por tanto, el virus se podrá frenar. Me gustaría creer, y en eso no soy tan optimista, que el mundo va a recordar lo que ha sufrido y vivido en estos meses y que eso nos ayudará a cambiar algunas cosas que hemos hecho mal.
Me encantaría que fuera así, pero el ser humano, por soberbia, egolatría, narcisismo o deseos de poder, olvida que estas situaciones se dan, como también olvida la capacidad de estar juntos para vencer la adversidad
, concluye.