Tabasco. Un equipo multidisciplinario de investigadores de diversas universidades del extranjero y de México, realizó en Tabasco el hallazgo de una estructura ceremonial probablemente maya que data de, al menos, hace dos mil años.
Se trata de una plataforma elevada que mide casi un kilómetro y medio en su eje norte-sur, por 399 metros en su eje este-oeste. La construcción se encuentra entre 10 y 15 metros sobre su área circundante y presenta nueve calzadas que se extienden desde la plataforma.
Mediante fechamiento por radiocarbono, los investigadores estiman que la estructura se construyó entre los años 1000 y 800 aC, lo que la convierte en la segunda estructura monumental más antigua encontrada en el área maya hasta ahora.
Su ubicación se realizó hace tres años por medio de un reconocimiento aéreo usando tecnología LiDar (acrónimo de Light Detection and Ranging, es decir, detección por luz y distancia), un método de mapeo remoto que utiliza sensores de láser para crear mapas tridimensionales de la superficie terrestre.
Los profesores Takeshi Inomata y Daniela Triadan, de la Universidad de Arizona, con la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), son quienes encabezan al equipo que descubrió el sitio nombrado Aguada Fénix en 2017 y que tras tres años de investigaciones dan ahora a conocer sus hallazgos.
Se encuentra cerca de la frontera con Guatemala, “en una área habitada que no selva, en la cual hay ganadería y siembra, pero que había pasado desapercibido porque la plataforma es tan grande y plana, que parece ser parte del paisaje natural”, explicó a La Jornada la doctora Verónica Amellali Vázquez López, integrante del equipo de investigadores en el que colaboran egresados y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Veracruzana, la Escuela Nacional de Antropología e Historia y la Universidad del Estado de México.
Los trabajos de campo han arrojado que, a diferencia de otros sitios arqueológicos de la misma temporalidad (de la cultura olmeca), “Aguada Fénix no presenta ningún indicador evidente de desigualdad social marcada, como esculturas de individuos de alto estatus, por lo cual se puede concluir que podría tratarse de un centro ceremonial monumental, en el desarrollo inicial de la civilización maya”, añadió la especialista.
El sitio, continuó, es semejante a San Lorenzo, el centro olmeca más antiguo localizado en el poniente del estado de Veracruz. Sin embargo, en la construcción de Aguada Fénix hay una peculiaridad: el relleno que se hizo para elevar la plataforma está dividido en cuadrados de colores, lo cual se logra con diversos materiales que fueron extraídos de la zona.
“Se aprecia como una suerte de tablero de ajedrez, si bien los cuadrados no son todos del mismo tamaño, pero llama la atención que hubo una intención para que algunos fueran blancos, rojos o verdes, rellenándolos con piedras y tierras de los alrededores”, señaló la investigadora.
Un primer reporte de los datos de la investigación se publicarán hoy (3 de junio de 2020) en la revista Nature, donde se sugiere que este descubrimiento marca una época de grandes cambios en Mesoamérica, lo cual tiene varias implicaciones para futuros estudios.
El equipo multidisciplinario e internacional, que cuenta con colaboradores de instituciones japonesas, europeas, estadounidenses y centroamericanas, continuará trabajando en Aguada Fénix y hará un análisis de la zona más amplio con el equipo aéreo, con el fin de recuperar más información de los sitios aledaños.
En las investigaciones se cuenta con el apoyo de trabajadores locales de los poblados de Naranjito, San Pedro y El Triunfo de las municipios de Balancán y Emiliano Zapata, puntualizó la doctora Vázquez López.