Colima. Los cuerpos de los siete policías estatales desaparecidos el pasado 29 de mayo fueron encontrados en el interior de un vehículo abandonado en los límites de Colima y Jalisco.
De acuerdo con fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), los cadáveres se encontraban en el interior de un vehículo Chrysler Pacífica color plata que fue abandonado cerca de una cancha de fútbol de la comunidad de Los Cedros, en el norte del municipio de Manzanillo.
Personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), acudieron al lugar para levantar los cadáveres y trasladarlos a la capital del estado.
Los agentes estaban adscritos a la Policía Estatal Preventiva (PEP) y contaban hasta con 12 años de antigüedad donde realizaban labores de patrullaje y prevención del delito.
Los policías habían aprobado recientemente sus exámenes de control y confianza y apoyaban a la FGE en órdenes de aprehensión.
Junto con otras tres mujeres policías y dos civiles, fueron secuestrados en el municipio de Cuautitlán de García Barragán el pasado 29 de mayo cuando escoltaban a unos empresarios mineros que habían llegado al aeropuerto internacional “Playa de Oro” en Manzanillo.
De acuerdo con un comunicado de la SSP emitido el pasado 30 de mayo, los agentes tenían la comisión de realizar la vigilancia de los empresarios y contaban con un oficio para ingresar al estado de Jalisco.
Las tres mujeres y los dos civiles fueron liberados la mañana del domingo 31 de mayo y regresaron por sus propios medios a la ciudad de Colima donde se reportan sanos y salvos.
El gobernador de Colima, Ignacio Peralta Sánchez, dio a conocer en sus cuentas de redes sociales el pasado viernes que se coordinó con su homólogo, Enrique Alfaro, para la búsqueda de los policías desaparecidos y dar con los responsables, sin embargo, hasta el cierre de la edición no se pronunció públicamente sobre el hallazgo de los cadáveres de los policías.