En el marco Día Mundial de la Leche, que se conmemora hoy, la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), la Comisión Ejecutiva Bovinos Leche (CEBL) y el Gremio de Productores Lecheros de la República Mexicana estimaron que el sector enfrentará una contracción en el consumo de este alimento debido principalmente a la recesión económica, al desempleo creciente y la caída de los ingresos, derivado de la pandemia de Covid-19.
Salvador Álvarez Morán, tesorero de la CNOG, dijo que en la primera etapa de la pandemia se incrementó el consumo de leche de larga vida, debido a compras de pánico. Sin embargo, con el cierre de establecimiento de comida y hoteles, la demanda de productos como quesos, yogur, crema y mantequilla disminuyó en forma importante.
Señaló que el incremento en la demanda de leche, permitió que los productores, especialmente los pequeños y medianos, no tuvieran los problemas de comercialización que tradicionalmente se presentan de cada año antes de la Semana Santa.
No obstante, estimó que una realidad que enfrentará el sector lechero es la contracción del consumo. “No hay que olvidar que el consumo de lácteos está estrechamente relacionado con la capacidad de compra de la población. A esto hay que agregar que el ciclo escolar concluirá a distancia y que tendremos un comportamiento en el mercado, parecido a las vacaciones de verano”, expuso.
El también vocal de la CEBL, Álvarez Morán, mencionó que el otro problema que se tendrá que enfrentar es que la contracción de la demanda de leche llega cuando se inicia el incremento de la producción en la región de Los Altos, Bajío y centro del país, tomando en cuenta que la producción de leche registra una estacionalidad como resultado del periodo de lluvias.
“Esta combinación de factores, pueden provocar que en estas regiones se tengan ‘excedentes’ de leche”, con efectos negativos como la caída del precio para los ganaderos y, en caso extremo, la inquietud social. “Otro aspecto que no se debe perder de vista es la caída del precio internacional, lo que podría motivar a la industria a incrementar la sustitución de leche fresca nacional por leche en polvo descremada”, agregó.
Álvarez Morán indicó que para los pequeños y medianos productores de leche es muy importante mantener la estabilidad del mercado nacional, por lo que propuso la implementación de un programa de secado de leche para retirar los “excedentes” del mercado cuando se tengan y el apoyo para el proceso de secado, que podría ser de 1.20 pesos a 1.40 por litro.
Informó que México tiene un consumo nacional de leche en promedio de 15 mil 288 millones de litros, en tanto que la producción nacional, al cierre de 2019, es de 12 mil 437 millones de litros, “por lo que algunas empresas tienen que importar aproximadamente 2 mil 851 millones litros equivalente (leche fluida, quesos, helados, mantequilla, entre otros), que corresponde aproximadamente a un 25 por ciento de la demanda, para atender la demanda de la población, principalmente de niños, jóvenes, mujeres embarazadas y adultos mayores”.
Indicó que el consumo de lácteos per cápita se ha mantenido estático en varios años en México, siendo de 110 litros por año (300 ml por día), “cifra muy por debajo de la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que es de 190 litros al año o 500 mililitros diarios. Cabe señalar que la producción crece a un ritmo anual promedio de 3.5 por ciento, sin embargo el consumo per cápita no lo hace al mismo ritmo”.
Álvarez Morán señaló que para obtener esta producción en México se cuenta con poco más de 250 mil unidades de producción de leche de ganado especializado y doble propósito. Estas unidades son primordialmente de micro y pequeños productores, ya que el 96 por ciento tienen menos de 100 cabezas; además, se tiene un inventario de 2.5 millones de cabezas.