Cabo Cañaveral, Florida. Una nave espacial construida por la compañía SpaceX, de Elon Musk, se alejó ayer de la Tierra con dos estadunidenses a bordo, marcando el inicio de una nueva era de los viajes espaciales comerciales y permitiendo a Estados Unidos enviar astronautas desde su territorio por primera vez en casi una década.
Doug Hurley y Bob Behnken, de la NASA, despegaron a las 3:22 de la tarde a bordo de una cápsula Dragon color blanco y negro con forma de bala, montada en un cohete Falcon 9, desde la misma base de lanzamiento utilizada para enviar a las tripulaciones de Apollo a la Luna hace medio siglo. Minutos después, ingresaron en órbita.
Encendamos esta vela
, dijo Hurley poco antes de la ignición, utilizando las palabras que pronunció Alan Shepard en el primer vuelo espacial estadunidense tripulado por humanos, en 1961.
Quizás haya una oportunidad aquí para que Estados Unidos haga una pausa, mire hacia arriba y disfrute de un momento brillante y resplandeciente de esperanza sobre cómo se ve el futuro, de que el país puede hacer cosas extraordinarias incluso en momentos difíciles
, dijo el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, antes del lanzamiento.