La posibilidad de un encuentro entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump durante este verano dependerá de la situación de salud pública derivada de la pandemia del Covid-19, coincidieron los embajadores de ambos países, Martha Bárcena y Cristopher Landau.
Aunque la diplomática mexicana señaló que aún no se tiene un acuerdo definitivo para tal encuentro, la representación de México en Washington ya realiza ejercicios de prospectiva para ese fin, mientras el embajador estadunidense confió en que pueda realizarse porque “sería muy triste que se rompiera una tradición de casi un siglo” de reuniones ininterrumpido entre los mandatarios vecinos.
En una conferencia virtual organizada por la Universidad de California, la embajadora Bárcena también dio a conocer que hasta el momento hay alrededor de 34 mil 870 migrantes mexicanos solicitantes de refugio en Estados Unidos a la espera audiencia.
De ellos, 20 mil son casos pendientes de resolución y el resto están a la espera de una primera audiencia.
Indicó enseguida que la embajada de México en Estados Unidos está tratando el tema con el Departamento de Seguridad interior y con el Departamento de Justicia que es el responsable de otorgar las citas, el cual ha informado que éstas podrían reanudarse el 22 de junio, apuntó.
“Hemos insistido mucho en que se reanuden a la brevedad, lo más rápido posible porque las personas ya están muy desesperadas” de estar tanto tiempo sin una solución, añadió la representante mexicana.
Durante la misma exposición también se difundieron las últimas cifras respecto al número de mexicanos fallecidos en Estados Unidos a consecuencia del coronavirus: mil 105, de los cuales tan sólo en Nueva York suman 687 y 106 en Californa.
A su vez, el embajador Landau dijo que sólo se sabe de alrededor de doce de sus connacionales contagiados por el Covid-19 en México.
Bárcena y Landau hicieron hincapié en que a lo largo de la crisis sanitaria de los últimos meses, la comunicación entre ambos países no se ha interrumpido, si bien reconocieron que en temas como las cadenas de valor tuvieron que improvisarse medidas sobre la marcha para no afectar los procesos productivos. Landau admitió que es necesario crear un mecanismo permanente para hacer frente a situaciones de emergencia.
Remarcó la facultad soberana de México de definir sus procesos de reapertura y dejó en claro que la pandemia ha demostrado la trascendencia de la mano de obra mexicana en la economía estadunidense, pero también de lo fundamental de que ésta llegue a su país en forma documentada.
“Reconozco la importancia de proteger la salud” de los trabajadores de los dos países, dijo el representante de la Casa Blanca, aunque al mismo tiempo consideró que eso no implica necesariamente un conflicto con el apremio por retomar la actividad económica, y acotó: “ si bien a nadie conviene reabrir (las empresas) y luego cerrar de nuevo por un rebrote, tampoco lo es quedarnos en casa hasta que se tenga una vacuna”.