Juchitán, Oax. A Julieta no le importó romper la cuarentena para salvar su vida, una noche anterior recibió una tremenda golpiza que la dejó con hematomas en el cuerpo y el rostro; solicitó ayuda al Centro de Apoyo y Atención a la Mujer Istmeña (Caami) y se la brindaron en ese refugio, al que todos los días unas 20 mujeres llaman por teléfono denunciando violencia física, sicológica y económica y otras prefieren acudir personalmente porque aseguran que la violencia contra mujeres no se redujo por el aislamiento, se disparó.
Las solicitudes telefónicas de ayuda al Caami no son únicamente por parte de mujeres oriundas de Juchitán, donde el centro de apoyo tiene su sede; también llaman de otras alcaldías y comunidades del Istmo de Tehuantepec como San Francisco Ixhuatán, Matías Romero y Reforma de Pineda, entre otros.
“Ni la cuarentena pudo parar la violencia contra las mujeres”, afirmó Beleguí López Blas, encargada del refugio para mujeres China Yodo, y destacó que por el contrario, creció debido al confinamiento.
“El estrés aumentó, la falta de empleo disminuyó, los niños están en casa y todos esos factores han ocasionado que la violencia se ejerza en casa. Lo peor es que las autoridades lo saben, pero lejos de apoyar a estas casas de la sociedad civil, les han retirado los recursos económicos”, subrayó.
Beleguí López advirtió que el albergue de Juchitán está a su capacidad máxima desde que inició la cuarentena, e indicó que no ha dejado de ofrecer auxilio a pesar de la falta de recursos, al contrario de otras dos casas externas al Caami, ubicadas en Matías Romero y San Mateo del Mar.
Comentó que la situación es grave a tal grado, que el Caami recibía antes de la pandemia de Covid-19 cinco peticiones de apoyo al mes, y ahora registra una diaria.
Celia Mendoza Reyes, encargada del Instituto de Mujer Ixtaltepecana –ubicada en el municipio de Asunción Ixtaltepec, a unos 10 kilómetros de Juchitán—, coincidió en que los ataques a mujeres se incrementaron en los últimos dos meses, principalmente por la falta de trabajo, que genera discusiones y termina en violencia.
“Aquí hemos atendido (de marzo a la fecha) a 36 mujeres, llegan llorando y desesperadas, les brindamos una ayuda integral, porque esa es nuestra función, llegan diciendo que el factor principal es la falta de dinero”, manifestó.
La activista, conocedora de las necesidades de las mujeres istmeñas, exhortó a las autoridades a otorgar recursos a casas que asisten al género femenino.
Según el colectivo feminista GESMujer, durante marzo, abril y mayo de 2020 se registrado 23 feminicidios en Oaxaca, y en lo que va de este año, se ha dado muerte en la entidad a 46 mujeres.